𝔓𝔯𝔦𝔫𝔠𝔦𝔭𝔦𝔬 𝔡𝔢𝔩 𝔣𝔦𝔫.

17 4 0
                                    

Caminaban tranquilamente por las calles del barrio para llegar a la dichosa pastelería. Yongbok pensaba para sus adentros que al final no estaba tan cerca como Minho había dicho o quizás él caminaba demasiado lento y le parecía que había caminado mucho. De todos modos continuó siguiendo al mayor, a cualquiera en su situación le daría miedo seguir avanzando, pero por alguna razón él confiaba plenamente en Minho.

—¿A si que tienes novio?— cuestionó el pelinaranja.

Yongbok inmediatamente pensó en su precioso Changbin, quien seguramente ya debía encontrarse esperándolo en la cafetería y un enorme rubor comenzó a subirle por todo el rostro.

—No-o sea, no es mi novio...

—Pero te gusta.

—...Sí, mucho— admitió el menor.

—¿Se conocen hace mucho?—cuestionó— Tus ojos se iluminan tanto que parecen haber pasado años juntos.

—Nos conocimos a principios de este año.

—¿Y aún no son nada?—preguntó con sorpresa entre risas.

—Es que realmente nunca nos hemos parado a pensar, estamos demasiado metidos en nosotros mismos... No sé cómo explicarlo— respondió Yongbok sintiéndose algo avergonzado.

—Te entiendo, yo también estuve muy enamorado una vez...

El rubio sintió como el semblante serio de Minho se suavizó de repente, su mirada tuvo una descarga de amor enorme y su sonrisa se dibujó en un instante. En ese momento supo que el mayor realmente estaba muy enamorado, nadie puede recordar a una persona con tanto amor, realmente parecía como si aún continuará intacto.

—¿Y qué pasó?— interrogó el menor sin pensarlo mucho.

—Hay personas que vienen a nuestra vida a enseñarnos todo lo maravillosa que puede ser, pero tarde o temprano acaban yéndose.

Inmediatamente la imagen del rostro de Changbin se hizo presente en su mente y un enorme miedo le recorrió el cuerpo. Yongbok no quería que Changbin se fuera, por nada del mundo, él no podía estar sin su pelinegro, no aceptaba de ninguna manera vivir sin él. Yongbok juraba que podía seguir a Seo hasta el fin del mundo si él se lo pedía, haría lo que fuera necesario para nunca separarse de él.

Minho observaba con atención la reacción del menor, esperando que no estuviera pensando lo que él creía. La verdad es que esa dichosa pastelería en realidad no existía y él estaba llevándolo a otro lugar con un solo propósito, pero no podía decir nada hasta que Jeongin le avisara.

—Minho, ya está aquí— avisó el peliblanco.

Tras este aviso decidió caminar un poco más con el menor hasta llegar al lugar correcto, todavía se encontraba a algunas cuadras de distancia por lo que tenía que hacer algo de tiempo y hacer que Yongbok no busque irse.

—¿Falta mucho min?— cuestionó el rubio.

—Ya llegamos bokbok— respondió el mayor.

—Aquí no hay ninguna pastelería...

—Lo sé, pero ¿puedes esperar unos minutos aquí?...— pidió Minho.

Yongbok dudó mucho, no le gustaba mucho lo que estaba pasando, se sentía algo incómodo y el miedo comenzaba a nacer en su cuerpo. Pero de todos modos no sabía qué hacer, si Minho resultaba ser un asesino él ya no tenía escapatoria, ya era demasiado tarde.

—E-está bien— aceptó el menor.

—No temas bok, nadie va a hacerte daño— aseguró el pelinaranja.

Luego de decir aquello se alejó corriendo hacía donde se encontraban Jeongin y Hyunjin, dió una última mirada hacía atrás para mantener al menor tranquilo y desapareció de su vista junto a los otros dos. Yongbok no se quedó atrás y los siguió, pero siempre manteniéndose oculto.

—Eres muy puntual, como siempre— habló Minho con seriedad.

Cuando Yongbok miró hacía quien se estaba dirigiendo no pudo creerlo. Su gran amor se encontraba parado a unos cuantos metros frente al pelinaranja y sus compañeros, con su rostro tan siniestro como el día que lo conoció, pero su mirada expresaba algo diferente, un odio intenso, una sed de sangre. Y por primera vez en meses, Yongbok sintió miedo de la persona que tanto amaba.

—Cuanto tiempo— respondió Changbin.

—Cierto, han pasado tres años...

—¿Tanto ha pasado desde la última vez que nos vimos?— cuestionó Seo sorprendido— Aún puedo recordar tu rostro perfectamente.

—¿Qué mierda quieres decir con eso?

—Yaa~, tranquilo hermano— respondió con tranquilidad— ¿Hacía falta que trajeras a tus policías de juguete?

—¿De juguete?— habló Jeongin entre risillas— ¿Acaso crees que estamos aquí porque queríamos verte?

—Tenemos todas las pruebas que necesitamos— añadió Hwang— Agradecele a tu querido socio Bang.

—Sí, ese estúpido no fue capaz de hacer un solo trabajo bien...— respondió— De todos modos solo tienen su declaración ¿O acaso crees que va a ser muy diferente a aquella vez, minmin?

—Voy a hundirte Seo Changbin, te juro que este va a ser tu final.

—Llevas tres años diciendo lo mismo— se burló— ¿Qué crees que va a cambiar ahora?

La paciencia de Minho comenzaba a acabarse, quería matarlo ahí mismo, destruirlo, dejarlo sin absolutamente nada. Quería que Yongbok escuchara cada una de las palabras que salían de la boca de Changbin, quería que todo lo bueno que Seo hubiera encontrado se desplomara en ese mismo instante. Ya no soportaba ver esa sonrisa, ya no soportaba que Changbin viviera tan tranquilamente con lo que había hecho.

—¿Cuál es tu problema honnie?— cuestionó el pelinegro con burla.

—¡No vuelvas a llamarme así, pedazo de mierda!

—No te alteres, podemos resolver esto como dos personas civilizadas— continuó.

Yongbok no podía creer lo que estaba presenciando, estaba inmovil, sin poder creer todo lo que sus ojos veían y lo que sus oídos escuchaban ¿Ese era Changbin? ¿Su Changbin? No podía aceptarlo, simplemente era imposible de creer.

¿Dónde estaba el hombre que lo había consolado durante días enteros? ¿Dónde estaba el hombre que le llevaba flores todos los días? ¿Quién era la persona que estaba ahí? ¿Por qué hablaba así? Con tanta condescendencia, sin empatía alguna, como si fuera superior al resto.

¿Ese era Changbin? ¿Su Changbin?

Jeongin observó a Yongbok a lo lejos y sintió una enorme pena apoderarse de su cuerpo. Se veía atónito, sus ojos fijos en la figura de Changbin, sus lágrimas cayendo una tras otra, era incapaz de parpadear. Al parecer sus piernas habían fallado porque se encontraba tirado en el suelo, como si presenciara la peor escena de su vida.

—La única manera de que podamos resolver esto es si tu te mueres Changbin, si tu mueres de la peor forma posible— respondió Minho.

—A sunggie no le agradaría esa respuesta...

—¡No vuelvas a mencionar su nombre! ¡No tienes derecho, imbécil!— gritó el mayor.

—¿En serio? ¿Por qué?

—¡¿Y tienes el descaro de preguntar?! ¡Porque lo mataste hijo de puta!— reveló Lee, haciendo que Yongbok quedará aún más sorprendido— Y te juro en su nombre, que lo vas a pagar muy caro.

.

.

.

.

.

Buenas mi gente, hoy vengo con este CAPITULON!!! Es definitivamente mi favorito.

Espero q les haya gustado tanto como a mi escribirlo, no olviden dejar su bella estrellita si así fue. Lxs tkm💖🫶🏼🫶🏼

𓏲ָ 𝔗𝔯𝔲𝔢𝔳𝔢𝔩𝔩𝔦𝔢🌒//ᶜʰᵃⁿᵍˡⁱˣDonde viven las historias. Descúbrelo ahora