¡𝑺𝑶𝑳𝑶 𝑸𝑼𝑰𝑬𝑹𝑶 𝑸𝑼𝑬 𝑨𝑳𝑮𝑼𝑰𝑬𝑵 𝑴𝑬 𝑨𝑴𝑬! ||Adam||

🍃Capitulo 1.🍃

Dios decidió crear al primer hombre y la primera mujer, para habitar en la tierra.

Lilith una hermosa mujer con grandes atributos, piel claro y suave, pelo dorado que llega hasta el suelo, ojos violetas a través de sus largas pestañas y labios carnosos.

Adam, un joven pelo castaño algo ondulado con ojos miel, un cuerpo con poco músculos y la misma piel que la primera mujer. Alguien básico que no se destacaba tanto como su mujer.

Ambos vivian en el paraíso, que nombró el ángel guardián de ambos, llamado "San Miguel", el primer hijo del señor. Rubio más claro que Lilith, se podría confundir el color del oro, ojos celestes como el cielo despejado y su piel, tan clara y brillante, mostrando la pureza del ser.

Volviendo al tema anterior, el paraíso, fue creado para que ellos dos, puedan sobrevivir sin preocupación. Un lugar hermoso, lleno de frutas como animales pacíficos.

Solo tienen una regla: no probar la fruta prohibida.

Fácil, ¿No?

Ja, Adam sabrá que nada es fácil.

Adam: espera Lilith.-habla con suavidad, tratando de salir de los brazos de su esposa.-necesito seguir juntando frutas.

La única mujer es Alfa y ambos aseguraban que el primer humano (Adam) también, solo que no despertó su segundo género todavía. El pobre se encuentra atrapado en los brazos de su mujer, quién necesita cariño, últimamente andaba muy pegada y eso le incomoda un poco a su inocente marido.

Lilith: Adam.-su nariz rosa en el cuello del castaño, haciendo que se sonroje y voltea a mirarla, encontrando esos ojos con un brillo desconocido.-¿Podemos...?

Adam: ¿Mmm?

El primer humano abre los ojos al sentir los suave labios de la rubia contra los suyos, nunca hizo algo así con su esposa y solo pudo permanecer quieto o al menos en poco tiempo, hasta sentir las delicadas manos de la fémina en sus caderas.

El castaño se aleja con rapidez el agarre, ambos se encontraban sorprendido y confundidos, es algo nuevo, una sensación que Adam niega seguir, aunque por otro lado, Lilith quiere más de su pareja, necesitaba seguir.

Adam: ¡No!-da un paso hacia atrás, haciendo una señal con su mano para que deje de acercarse.-¡No podemos hacer eso Lilith!

Lilith: si podemos adam.-frunce el ceño. Está enojada con el castaño, una sensación desagradable pero no puede evitarlo.-estamos casados.

Adam: y-yo no estoy listo.

Susurra, jugando con sus dedos y así evitar la mirada de la rubia. Está solo hace una mueca antes de irse, dejando solo a su pareja.

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Horas después...
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Adam ve el hermoso cielo estrellado. Se encuentran apoyado contra un gran árbol mientras su esposa, recostada a su lado. Después del pequeño desacuerdo, no volvieron hablar y eso entristece al primer humano, no quiere estar en malos términos con la rubia, son parejas, debían estar juntos en buenos términos.

Por eso Adam está noche, tomo una decisión.

Suspira hondo, mientras se acerca lentamente hacía la rubia e inclina hacía ella, dando un corto beso. Lilith lo mira confundida, no pensó que daría el primer paso cuando el ambiente está tenso pero corresponde el gesto.

Sus labios se mueven lentamente como un vals, sus manos recorren cada parte del cuerpo. Adam frunce en el con los ojos cerrados, al sentir a la rubia subirse arriba de él.

Adam: e-espera...-susurra, algo agitado, abriendo apenas sus ojos y sintiendo su cara más caliente. Una imagen provocativa y hermosa, que tienta más a Lilith.-el h-hombre deberia estar arriba para estas cosas.

La fémina rueda los ojos por el comentario, se acomoda para que el castaño esté arriba de ella.

Vuelven a retomar las caricias, el castaño reparte besos en el cuello de su esposa, hasta llegar a uno de los grandes pechos, mira a Lilith quien mantiene los cerrados. Pasa la lengua en el pezón derecho, recibiendo un pequeño gemido ahogado, así que decide hacerlo varias veces, morderlo, chuparlo, jugar un rato mientras se acomoda entre las piernas de la rubia.

Lilith: Adam...quiero...

El primer humano se levanta un poco y así mirarla mejor.

Lilith: podrías...

Hace una señal con sus ojos hacia su parte intimida. Adam agarra su miembro para rozar la punta pero eso hace que Lilith se incorpore un poco, poniendo su mano en el pecho para detenerlo.

Lilith: me refiero...que uses tu boca.

Solo tomó unos segundos para que Adam se levante con rapidez, haciendo un gesto de disgusto por el pedido de su esposa. No quería pasar su boca en ese lugar húmedo y algo en su interior le causaba náuseas al imaginar la escena.

Adam: ¡Lo siento!

Es lo único que puede decir antes de salir corriendo. Dejando desconcertada a su mujer.

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Al día siguiente...
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Adam se encuentra en la zona donde hay variedad de flores. Sentado cerca de los arbustos de rosas para hacer una corona. Quería pedir pedir disculpa a su esposa, sabía que estuvo mal lo que hizo pero...sentía que le obligaban hacer cosas que no quería o se sintiera preparado.

Pero somos pareja...mi deber de esposo es satisfacerla ¿No?. Piensa, mira al cielo, esperando alguna respuesta de su ángel guardián o dios pero nada. Suspira mientras ve la corona de flores que hizo para su amada.

Decidido, empieza a buscarla. Mentalmente preparaba un discurso de disculpa. Quiere que su relación con ella sea lindo, que las cosas fueran tranquilas y nada apresuradas, quiere sincerarse para evitar más problemas en su matrimonio.

Sonríe al verla sentada sobre una gran roca, su pelo se mueve lentamente por el viento y varias hojas caían alrededor de ella aunque algunas se quedan en su pelo. Una linda imagen que hace que su corazón lata con fuerza.

Muerde sus labios para agarrar el valor necesario y da el primer paso pero...

Sé detiene cuando ve otra silueta.

Un rubio más claro que la primera mujer, ojos azules y piel blanca como si nunca hubiera tocado los rayos del sol. Se dió cuenta que es un angel por sus alas.

Adam: ¿Será su ángel guardián? Pensé que era Miguel.-susurra, colocándose entre los arbustos, no quería interrumpir la conversación que tenían.-¿Le dará algún consejo?

El castaño abre los ojos al mostrarle una manzana mientras agarra las manos de su esposa, sabía que esa fruta está prohibida aquí. Iba a salir a advertirle a su pareja que no aceptará pero quedó como estatua al escuchar las siguiente palabras de ella.

Lilith: no lo amo, él es un idiota.

Esas palabras repiten en su mente, empezando a sentirse algo...dolido, una sensación desagradable que quiere que termine. Muerde sus labios, tratando de no derrumbarse cuando ve como ambos se besan.

No se dió cuenta que la corona de flores fue destrozado en su mano pero no le importó. Lo tiró y salió corriendo sin ningún destino fijo.

Solo se aleja junto con su corazón roto.

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Continuará...
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