🍃Capítulo 11.🍃

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Lute: ¿Cómo?

Es lo primero que se le ocurre decir antes la explicación de su superior. El castaño solo toma de su batido sin mirarla, está avergonzado, se siente sucio y con algo de miedo por la reacción de la albina.

Ella solo parpadea varias veces mientras suspira hondo. Enderezando su espalda y junta sus manos sobre la mesa.

Lute: no solo es un Omega, ahora esta marcado y del arcángel Miguel.-recibe como respuesta una afirmación con la cabeza.-y...esos golpes, lo hizo él.

No fue una pregunta, era obvio que sería ese rubio, nadie es capaz de lastimar al primer hombre, ni siquiera tocarlo pero alguien superior a Adam si puede, pero nadie interactúa tanto, solo Miguel.

Se levanta de golpe, apretando los puños con fuerza. Da un paso hacia la salida pero es detenida por un agarre del castaño oscuro.

Adam: ¡No vayas!

Lute: ese maldito se atrevió a tocarte, ahora que enfrente las consecuencias.

Adam: La puta madre, Lute, siéntate a la maldita silla.-la jala para que le haga caso de maña gana.-si estoy aquí, es para avisarte que andaré ausente unos días.

Lute: ¿Por qué...?

Adam: necesito buscar una solución.-pasa su mano por el cabello, haciendo una mueca.-estoy muy jodido ahora que ando marcado, tendré que buscar una salida, hablar con alguien o no sé...

Lute: podría comunicar a Sera o Jesús.

Adam: see...ellos podrían hablar con el señor y saber si puedo alejarme de ese loco.

Lute: pero...-agarra la mano del ahora Omega, dando un pequeño apretón.-¿Mientras?

Adam: tendré que aguantarlo... él no sabe que estoy aquí, cree que fui a comprar unas cosas.

La sacerdotisa se recuesta en su lugar, bufando. No puede creer la mala suerte que le tocó a su jefe, ser Omega a estas alturas, tiene que ser un chiste.

Lute: asi que...¿Omega?

Adam: estaba bien no tener nada.-gruñe, apretando el pobre vaso de su batido.-ahora debo aguantar todas las mierdas que hablarán, ni siquiera quiero ver a mis hijos. No quiero que me traten diferente por lo que soy.

Lute: tarde o temprano pasará.

El castaño solo sigue tomando el resto de su bebida, antes de pedir otra.

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...
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¿?: c-creo que deber-

Adam: ¡Que no puedo Rose, mierda!

Ya frustrado, deja de lado su intento de almohada. El ángel pelirroja escoge los hombros algo nerviosa, no era normal que un omega pierda la paciencia rápidamente.

Adam se encuentra en su "clase" de patchwork que es una técnica de costura que consiste en coser piezas de tela en un diseño más grande. Y ahora intentaban hacer una almohada con mariposas.

Adam: ¡¿Y para qué mierda me sirve esto?!

Rose: para cocer la ropa, hacer mantas, almohadas. Lo vas a necesitar cuando hagas nidos o cuando tengas cachorros.

Cachorros.

Un escalofrío recorre por todo su ser por esa palabra, tuvo varios, si pero siento el activo en la relación, no se puede ni imaginar dando luz...no.

Adam: ¡Cállate e-

¿?: ¿Por qué gritas?

Ambos omegas miran a donde provino la voz, es el arcangel Miguel, quien se quita la gabardina blanca, dejando su camisa más expuesto. El rubio levanta una ceja por los gritos de su omega desde que entró al lugar.

Rose: solo e-

Adam: ¡No quiero hacer estas cosas de niñas!-se levanta, mirando con enojo al alfa, este deja su gabardina sobre el respaldo del sofá con tranquilidad.-¿Por qué putas deb-ahg

Jadea cuando el arcangel lo agarra fuerte del brazo. La pelirroja coloca su mano en la nariz, tratando de no respirar ese olor agrio que invade la sala. Mira como Adam forcejea aunque es inútil, sabía que es imposible luchar contra el poder de un arcángel.

Adam: ¡Suéltame!-golpea varias veces en el pecho del superior, tratando de no llorar por la frustración y humillación que está pasando.-¡No me toques!

Miguel: eres un maldito inútil.-dice con seriedad, mirando de reojo al otro ángel, antes de hacer una señal con sus ojos hacia la puerta.-vete.

Rose no necesitó que le digan más, sabía que ella también terminaría perjudicada si no se va de esa casa. Agarra rápido sus cosas y vuela hacia la salida, dejándolo solos.

Miguel lo suelta de mala gana. El castaño acaricia su zona afectada, tiene una leve irritación pero nada que exagerar.

Mira como el rubio da un paso hacia adelante y ese fue la señal de irse. Extiende sus alas, dirigiéndose a la salida pero no pudo estar cerca de la puerta. Mira abajo donde un látigo dorado está enredado en su tobillo y lo hace caer al suelo.

Jadea, incorporándose un poco y levanta la mirada, viendo como el arcangel, hace desaparecer el látigo.

Miguel: cada vez me decepcionas más, cariño.-se arrodilla, extendiendo su mano para agarrar con cuidado la barbilla.-ahora, dejarás de quejarte y harás lo que yo diga.

El castaño muerde con fuerza sus labios, nunca creyó que se iba a sentir encerrado e inseguro en su propio hogar, solo quería la paz y tranquilidad que supuestamente encontraría en el cielo.

Solo debe aguantar hasta que alguien pueda ayudarlo, solo aguanta Adam, la esperanza es lo último que se pierde ¿No?

Adam: si...

Miguel: ¿Sí qué?

Adam: si Alfa...

Miguel: buen chico.-da pequeñas palmadas sobre la cabeza como si fuera una mascota, aunque no está tan lejos de serlo.-ahora, hazme un café y algo para comer, estoy cansado.

El primer hombre, se levanta en silencio, caminando hacia la cocina sin mirarlo. Solo se dice a su mimo que aguante, no puede alterarse o revelarse por qué es inútil. Miguel es la mano derecha del señor, obvio que le queda obedecer...

Hasta que Lute busque ayuda.

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Continuará...
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¡𝑺𝑶𝑳𝑶 𝑸𝑼𝑰𝑬𝑹𝑶 𝑸𝑼𝑬 𝑨𝑳𝑮𝑼𝑰𝑬𝑵 𝑴𝑬 𝑨𝑴𝑬! ||Adam||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora