Marriage Story

Infierno día 3

— Claro que no, ¡no pienso pasarme besándolo todo el tiempo!

— ¿Si sabes que se escucha hasta la casa de al lado verdad? — se quejó Soobin.

Estaba molesto porque Yeonjun lo levantó a las cinco y media con la idea de hablar entre sí y acordar que iban a hacer como supuesta pareja, para Yeonjun era importante, para Soobin eso era lo de menos, las personas que más dan abrazos, que más se llevan pegadas al otro son las más falsas, eso sin contar que odió mucho más el contacto desde que todo acabó con ella, eso solo se lo recordaba todo el tiempo.

— Seremos pareja pero no haremos todo eso.

Colgó lanzando el teléfono a quien sabe que esquina, estaba lleno de rabia, se fue a sentar a uno de los sofás de la sala con Soobin viéndolo mientras se llevaba más helado a la boca.

— ¿Vas a limpiar luego verdad? — dijo viendo el desastre de sobras y empaques de comida que dejó el menor.

— No creo y no quiero hacerlo.

— Pues no es porque quieras tienes que limpiar sino esto será un cochinero dentro de dos días

— Limpia tu.

— ¡Ya me harté! En serio puedes.... ¿cómo te las arreglas para arruinarme el día? ¿esto es a propósito cierto?

— Claro que no — dijo sin verlo a los ojos.

Si se va no tendré que quedarme aquí cuatro meses Yeonjun se irá enojado y yo seré libre...

Yeonjun subió a la habitación, estaba más que cansado de ese mocoso, quizá podrían cancelar el programa, solo habían pasado dos días, se inventarían una excusa y ya, metió todo en las maletas, había dejado su casa en renta pero podía ir con Beomgyu por unos días, bajó las escaleras con la pesada maleta cuando notó a Soobin parado al final de estas.

— ¿Te ayudo a llevarlas al taxi?

— Vete al demonio.

— Creí que los hombres de televisión no decían esas palabras — murmuró terminando de lamer la cuchara.

Yeonjun sentía que le hervía la sangre de solo verlo.

— ¿Quieres que me vaya? — preguntó en tono suave, el menor asintió con una sonrisa—¡Pues no lo haré ni muerto!

Llevó la maleta de regreso a la habitación, acomodó todo de nuevo en el armario con una sonrisa malévola, de esas que solo sacaba en el colegio cuando molestaban a los maestros, ahora él pagaría por todo lo que hacía, si eso quería tendría guerra.

Soobin lo vio bajar de nuevo, faltaban al menos dos horas para que empezara la transmisión o al menos la grabación, el jefe quiso darle libre a Yeonjun toda la semana debido a que en sus primeros dos días el programa fue un éxito rotundo pero el mayor se negó ya que no quería dejar su amado programa y sobre todo porque no soportaría estar un dia entero al lado de Soobin.

Yeonjun lo abrazó cosa que le desesperó, trató de alejarse pero no podía ya que tenía fuerza, volvía atrás de nuevo, sus ojos picaban, le dolía el pecho de nuevo, estaba un poco ansioso ya pero el mayor parecía desinteresado en soltarlo.

— ¡Déjame!

— Claro que no — dijo con una sonrisa.

Pagarás por lo que me haces maldito engreído...

Soobin comenzó a llorar aún entre sus brazos, Yeonjun no quiso creerlo, pero el chico efectivamente estaba llorando con la cara roja y el cuerpo temblando entre sus brazos, lo soltó y notó esa mirada llena de dolor.