Marriage Story

infierno día 2

Yeonjun despertó lentamente, era domingo, su día libre al menos, aunque eso implicaba... Soobin.

Pero al revisar a su lado no estaba, levantó la cabeza buscándolo con la mirada, solo esperaba no tener que verlo de nuevo como el día anterior, de solo pensarlo su cara tomaba calor, ¿pero qué le pasaba ahora? Siempre tuvo a Jimin a su lado y nunca le pasó, quizá porque Yeonjun se la pasaba en su trabajo y no en su relación.

Había metido la pata en grande...

Soobin salió del baño bostezando, salió de la habitación como si nada, era como si Yeonjun tuviera que interpretar ambos papeles, por amor al cielo se suponía que eran una pareja no dos desconocidos sin ganas de soportar al otro.

Se levantó de la cama yendo hacia el baño, se lavó los dientes aunque su cepillo estaba... lo había usado.

— Maldi- lo voy a matar apenas acabe esto en serio.

Lavó el objeto con sumo cuidado para luego lavarse sus dientes tranquilamente, una vez limpio salió del baño, notó a Soobin buscar algo entre sus maletas.

— ¿Amas esas maletas no amor mío?

Soobin le regaló una linda mirada de esas que decían...

Muérete ya

— No mi amor solo no quiero molestar tu ropa preciosa sé que te morirías si le pasa algo.

— Qué considerado bebé.

Soobin cambió su gesto, Yeonjun se sentía horrible, solo a Jimin le llamaba de esa manera, al menos realmente y era correspondido de la misma forma.

— Iré a hacer el desayuno.

— Pedí comida debe llegar en diez minutos — interrumpió Soobin cerrando la maleta para luego acercarse y tocar su mentón — no me gusta que te mates cocinando amor.

Yeonjun sonrió, una sonrisa tan cuadrada como ninguna otra, el menor se fue dejándolo solo en aquella habitación, quería lanzar sus maletas por la ventana, sería divertido verlo recoger todo luego.

Estás en televisión Yeonjun, solo un poco más y serás libre...

Soobin bajó a esconder lo que habría intentado preparar, nunca fue bueno en la cocina y aunque lo intentó con tutoriales de como hacer un huevo no pudo, simplemente le aterraba quemarse y se quemó el huevo en lugar de él.

Metió todo la lavatrastos y luego fue a abrir al repartidor, era el chico que siempre llevaba cosas a su casa.

— ¿Señor?

— Kai, que bueno volver a verte luego de meses — dijo con una sonrisa.

— Lo mismo digo señor... esto ¡es increíble ahora vive aquí!

— Me mudé con alguien — dijo tomando la comida.

— Que bien, me tengo que ir un gusto volver a verlo señor Soobin — dijo el menor con una sonrisa.

Soobin cerró la puerta oliendo los croissants que llevaba, si había algo que amaba era comer comida chatarra de la calle, podrían pasar años y Choi Soobin jamás se aburriría de eso.

Comenzó a comer tranquilamente mientras veía televisión, escuchó a Yeonjun bajar y tomar algo de la bolsa, luego notó un plato en su hombro, al ver a Yeonjun tenía esa sonrisa de padre mandón que no deja nada de libertad a sus hijos.

— Te dije que comieras en un plato para no ensuciar los muebles cariño — dijo entre dientes.

Solo tomó el plato bufando, le molestaba que estuviera casi encima suyo todo el tiempo, pero llevaba, ropa de salir, nada relajado o algo así... llevaba el cabello arreglado y maquillaje.