Día 34

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—Soobin!

—Ah?

—No así no!

—¿No te gusta verdad?

—No hagas eso! ¡Así no!

Soobin soltó por fin a Yeonjun que se estiró sobre el sofá, habían empezado con una pequeña pelea sobre espacio y lavar los trastes sucios, ambos habían cocinado, pero ninguno quería lavar así que comenzaron a pelear, aunque no fuera del todo molestos, Soobin comenzó a hacerle cosquillas haciendo al mayor huir pero lo atrapó en el sofá sacándole risas.

—Idiota no hagas eso— dijo Yeonjun aún con una sonrisa, Soobin se acercó continuado haciendo que se encogiera riendo y desordenándose el cabello— ¡Soobin!

El menor sonrió hasta que el sonido del timbre de la casa lo interrumpió, Yeonjun se estiró una vez dejó de molestarlo, volvieron a tocar el timbre así que Yeonjun se levantó.

—Creo que son los que van a montar el escenario aquí en la sala para el programa— dijo arreglándose el cabello pero Soobin lo despeinó de nuevo— ¡No seas así!

—Te ves mejor con el pelo desordenado.

—Claro como digas— dijo haciendo una mueca de desagrado.

Soobin lo vio partir hacia la puerta, Yeonjun fue a recibir al personal que llegó para instalar las cosas en la sala, el menor se quedó sentado viendo como organizaban todo muy atentamente.

—Soobin puedes ir a la habitación mientras ordenan aquí— dijo el mayor acomodando su cabello tras las orejas, Soobin solo se fue como si fuera un niño pequeño.

—Es casi como si fuera tu hijo— murmuró Yeji que había llegado con los encargados de cámara.

Soobin es increíble...

—Yeonjun ponemos esto en otro lado?

Continuaron organizando todo el lugar, era un poco agotador hacerlo ya que necesitaba que cada detalle se viera bien, mientras Soobin dormía arriba en la habitación de huéspedes mientras el mayor daba ordenes abajo.

—No eso no coloca eso allá— dijo llevando lámparas.

Dirigir era complicado ya que habían empleados nuevos y eso podía colmar su paciencia, sin embargo algo que Soobin había llevado a su vida era exactamente eso, la paciencia, al fin servían horas de peleas y berrinches de ambas partes.

A la hora del almuerzo todo estaba listo, las cámaras e iluminación en su lugar, los objetos ordenados en el sitio correspondiente así que el personal se fue dejando de nuevo la casa como antes a excepción de la sala.

—Dale mis saludos a tu novio queridito— dijo Yeji con una sonrisa, Yeonjun la empujó fuera de la casa.

—Ya vete mocosa metida.

—Qué tiene? Lo tratas como tu bebé y eso ni con nosotros lo hacías nunca que hemos trabajado por años contigo.

—Si pero no molestes Yeji, te veo mañana.

Cerró la puerta con una sonrisa, observó un rato la sala con una sonrisa llena de orgullo por su trabajo bien hecho, le encantaba trabajar con su equipo ya que comprendían todo y se congeniaban muy bien entre sí.

Subió a la habitación pero Soobin no estaba, revisó en el baño pero tampoco estaba allí así que fue a la de huéspedes encontrando que la puerta no estaba asegurada, lo vio dormir cubierto con sábanas.

Es hora de mi venganza...

Subió con cuidado y una vez sobre él comenzó a gritarle para asustarlo mientras molestaba su cuello y costillas.

—Despierta pulgosooo!!!

—No hagas eso! —gritó Soobin, su respiración era acelerada y sus mejillas tenían un tono rojizo.

—Me debías una— dijo con una sonrisa de victoria.

Soobin intentó sonreír pero no podía.

—Puedes bajar por favor?

Casi sonaba como una súplica así que Yeonjun lo hizo sin entender, Soobin se acomodó sentándose en la cama, el menor quizá no quería decirlo pero sabía que algo pasaba.

—Tuviste una pesadilla? — preguntó Yeonjun tocando sus mejillas.

Eso quisiera que hubiera sido...

Negó.

—Solo déjame un momento solo ¿si?

Yeonjun se fue dejando al menor solo de nuevo, se preguntaba que había hecho mal, al parecer cada que planeaba una venganza aunque no fuera del todo eso salía mal, quizá simplemente debía dejar de hacerlo.

Si Yeonjun hubiera sabido la realidad...

Habrían pasado unos veinte minutos así que Yeonjun buscó hacer algo de su trabajo, un poco de papeleo y búsqueda.

¿Qué fue lo que estuvo mal?...

Invadí su espacio claro...

Ni siquiera somos tan cercanos no te creas tanto Yeonjun...

Soobin bajó en silencio luego de un rato, Yeonjun tomaba un poco de jugo y Soobin tomó el vaso bebiendo del contenido aunque era de Yeonjun, este solo siguió con lo suyo.

—Podemos salir a la playa un día?

Yeonjun lo miró sorprendido, esa pregunta salió de la nada y sobre todo porque creyó que Soobin estaba molesto después de que invadiera su espacio.

—Si quieres pediré un dia de salida.

Soobin solo guardó silencio tomando de nuevo el vaso con jugo de Yeonjun, quizá si le gustaba el sabor de la naranja con zanahoria aunque le dijo al mayor que eso era asqueroso.

—No estás enojado Soobin? — preguntó Yeonjun, el menor negó con una sonrisa.

Soobin lo veía un poco embobado por los lentes y esa sonrisa tan hermosa que tenía.

Se ve tan... Soobin te calmas o nos va peor que allá arriba...

—En serio Soobinnie?

—No, es solo que me asustaste mucho— dijo para luego tomar su jugo sin verlo a los ojos— aunque me lo merecía luego de lo de la mañana así que no hay problema.

Yeonjun le dijo que le ayudara con los papeles así que Soobin tomó asiento a su lado organizando todo, luego de media hora estaban en la sala viendo televisión a pesar de las muchas cosas que habían allí.

Yeonjun comenzaba a quedarse dormido por el calor de la tarde, una temperatura perfecta para eso, Soobin se había quedado dormido media hora atrás y el mayor comenzaba a cabecear en el sofá, se iba para un lado y luego hacia otro tratando de mantenerse despierto.

Para cuando abrió los ojos de nuevo estaba abrazando a Soobin en aquel sofá de la sala mientras en la televisión pasaban las noticias, olfateó su aroma a papas y soda, levantó la vista encontrando que aún dormía, se acomodó de nuevo volviendo a dormir tranquilamente.

Uno

Dos

Tres

...

Marriage StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora