Legacy Of Shadows "Amor y Secretos en las Sombras" [+18]

Capitulo 4

Gwen

Apenas la pelirroja se despidió, regresé a la librería con un nudo en el estómago. La tensión en el aire era palpable, y sabía que confrontar a Vicky no sería fácil. No sé de dónde sacaron ese maldito libro de Demonología, pero estaría en serios problemas si alguien llegaba a traducirlo. Los humanos, con su insaciable curiosidad, se estaban volviendo cada vez más irritantes.

Cuando entré, Vicky no estaba en recepción. La fui a buscar en el almacén y, efectivamente, allí estaba esperándome con los brazos cruzados. Su mirada desafiante me hizo apretar los puños.

—¿Por qué dejaste este libro a la vista de todos? —arrojé el libro a su lado, sintiendo la rabia acumulándose en mi pecho.

—Fue una equivocación y una lástima que la pelirroja no se lo llevara —respondió con indiferencia.

Avancé hacia ella y la acorralé contra la pared. Tubo que subir el rostro para poder mirarme debido a la diferencia de tamaño.

—Deja de jugar con cosas que no te incumben. —mi voz salió más fría que de costumbre— Si los humanos traducen ese libro y descubren que caminamos entre ellos, se desatará una guerra. En este libro están las formas de cómo matar a un demonio y qué se necesita para hacerlo.

—Oh, vamos, solo era una broma —trató de protestar, pero no me dejé amedrentar.

—Pues déjate de bromas. Tienes más de dos siglos de edad. Comportate —le espeté, soltándola finalmente.

Ella rodó los ojos y me apartó con desdén.

—¿Volviste aquí por ella, verdad? —su tono se volvió más sombrío.

—No es de tu incumbencia —me giré para irme, pero su siguiente comentario me detuvo en seco.

—Esa humana te destruirá, junto con todo lo que conoces.

—¿Celosa Vicky?

—O no, yo jamás tendría celos de una humana tan insignificante —respondió de mala gana—. Ya no me interesas en absoluto.

—¿Encerio?

—Todos somos reemplazables.

Ignoré sus palabras y volví a acercarme a ella lentamente. Pase mi mano a lo largo de su barbilla y sobre sus labios.

—Si ya no te intereso, aparte —insistí, pero no se movió—. Vamos Vic.

Sus ojos seguian fijos en los míos, no los apartó ni un momento.

Creo que es buen momento para jugar.

¿Que crees que hago?

Lentamente acerque mis labios a los suyos, dejándolos a escasos sentimientos pero sin besarla. Mi mano libre bajo a su cintura y la hale para pegarla contra mi cuerpo, ocasionando un gemido de su parte.

Patética.

Sus labios buscaron los míos pero la evité, en lugar de besarla baje mi rostro a su cuello dónde deje una marca muy pronunciada. Mientras ella dejaba salir jadeos, mis manos se paseaban por todo su cuerpo.