Dante
Desperté una vez más en aquel lugar inmutable, donde la oscuridad era tan densa que parecía devorar cualquier atisbo de luz. El hedor metálico de la sangre era omnipresente, impregnando el aire y asaltando mis sentidos con su crudeza. De repente, una luz tenue comenzó a filtrarse, revelando la escena macabra que tantas veces había visitado en mis pesadillas: un campo de cadáveres humanos esparcidos sin orden, como muñecos rotos abandonados por un niño caprichoso.
La silueta negra, esa presencia constante en mis sueños, se erigió ante mí. Sin embargo, esta vez mi corazón no se aceleró con el miedo habitual. Algo había cambiado dentro de mí.
—Así que finalmente has dejado de temblar —dijo la figura con una voz que resonaba como el eco de un susurro.
—Eres solo una creación de mi conciencia, nada más que eso. Y esto no es más que un sueño —respondí con firmeza, tratando de convencerme a mí mismo tanto como a ella.
—Créeme, esto es tan real como tú y yo —replicó con un tono helado que parecía cortar el aire—. Si esto fuera solo un sueño, ¿cómo podría hacer esto?
Con un movimiento rápido y preciso, la figura tomó mi brazo y deslizó una uña afilada sobre mi piel, dejando un rasguño ardiente que se extendió como fuego líquido. El dolor era tan intenso y abrumador que borró cualquier duda de mi mente sobre la realidad de la situación.
El sueño continuó, y con cada palabra, cada gesto de la silueta, la línea entre la pesadilla y la realidad se volvía más borrosa. ¿Era posible que este mundo oscuro y retorcido fuera una parte de mi ser que aún no comprendía? ¿O acaso estaba atrapado en un limbo entre el sueño y la vigilia, donde los horrores de la mente cobran vida propia?
Mientras luchaba por encontrar respuestas, la figura se desvaneció en la sombra, dejándome solo con el eco de su advertencia y el dolor palpitante en mi brazo como único recuerdo de su presencia.
Gwen
En medio de la madrugada, fui despertada por pequeños chillidos y gritos de miedo. ¿Grey estaría haciendo alguna de sus estupideces? Pero no, no era él. Al girarme, vi a la pelirroja, apretando las sábanas con fuerza. Lágrimas corrían por su rostro y sudaba profusamente. ¿Estaba teniendo una pesadilla?
—No —su voz era apenas un susurro—, no me toques.
¿Qué? ¿Quién?
—¿Quien no quieres que te toque? —pregunté con la esperanza de que respondiera.
—Yo no lo hice —su voz se oia quebrada.
Tenía que despertarla. Coloqué mi mano sobre su hombro y la llamé por su nombre, pero no hubo respuesta. Nada. Volví a intentarlo, esta vez con más fuerza, sacudiéndola un poco. Finalmente, se sentó de golpe en la cama, soltando un grito ahogado. Cuando giró para verme, me empujó.
—NO, ALÉJATE —me gritó.
¿Qué demonios le pasaba?
—Dante...
—Déjame. Yo no lo hice —susurró, con los ojos desorbitados.
¿De qué estaba hablando?
—¿Que no hiciste?
—Yo no los mate, yo no les hice nada.
Mierda, sus recuerdos volvieron en forma de pesadillas.
Esto es tu culpa.
ESTÁS LEYENDO
Legacy Of Shadows "Amor y Secretos en las Sombras" [+18]
Science FictionDante, una mujer atormentada por su pasado, se debate entre dos fuerzas irresistibles: el amor que siente por Gwen y la amenaza que ella representa para su propia alma. Gwen, por su parte, es una mujer marcada por un linaje ancestral, un vínculo con...