Legacy Of Shadows "Amor y Secretos en las Sombras" [+18]

Capitulo 13

Dante

Gwen, como un fantasma, se desvaneció en la espesura del bosque, dejándome a solas en su habitación, con mi mente en un torbellino de pensamientos y emociones. Las preguntas se agolpaban en mi cabeza, cada una más desconcertante que la anterior. En medio de la acalorada discusión que había tenido con Grey hace unos minutos, había mencionado a una tal Nyxis.

¿Quién era ella?

¿Qué le había sucedido y por qué parecía afectar tanto a Grey y Gwen?

Al cabo de unos quince minutos decidí salir para saber que ocurrió con Grey, pero al bajar las escaleras hasta el primer piso me encontré con Andreus, quien venía con la nariz sangrando.

—Ve a dormir, Cachorrito —gruñó mientras pasaba a mi lado.

—Andreus...

—A dormir —repitió, esta vez con un tono más fuerte y definitivo.

Entró en su habitación, y momentos después, el sonido de cosas rompiéndose provenía de la planta baja.

¿Qué estaba sucediendo?

¿Estaban peleando con Grey?

Mi curiosidad me impulsó a ir a ver, pero justo cuando estaba a punto de bajar la escalera, Andreus me jaló bruscamente hacia atrás, ocasionando que me golpeara contra la pared.

—Escucha bien, quédate aquí arriba —ordenó con severidad, mientras sus ojos con ese azul profundo me perforaban—. Si oyes que los golpes o gritos vienen subiendo la escalera, corre a mi habitación y enciérrate allí.

—¿En tu habitación?

—No, en la de Gwen —respondió con un sarcasmo mordaz—. Sí, en la mía, Dante. ¿Queda claro?

—Sí.

—Si, ¿Que?

—Si quedo claro —respondí.

—¡ANDREUS! —gritó Nicolás desde abajo.

Andreus bajó rápidamente las escaleras, dejándome allí, en un estado de confusión y desconcierto.

Las cosas en esta casa eran demaciado extrañas. Volví a mi habitación y me recosté sobre la cama, mientras observaba el techo. Oí un crujido en el balcón supuse que Gwen había vuelto, gire mi rostro en esa dirección  y, efectivamente, allí estaba ella.

Estaba cubierta de sangre, sus ojos estaban tan dilatados que parecían completamente negros.

¿Que demonios le pasaba?

Recordé la leyenda y un escalofríos me recorrió. Me levanté y camine con cautela hacia ella, pero antes de que pudiera tocarla, ella apartó mi mano.

—No —gruñó, con su voz mas profunda de lo normal—, no me toques.

—¿Que ocurrió? —pregunté, dudosa de saber la respuesta.

La cual nunca llegó, ella se sentó en el suelo y se quedó mirándome fijamente. Traté de descifrar lo que ocurría en su mente, pero no veía nada. Su expresión era neutral y vacía, al punto de que me estaba comenzando a asustar un poco.