Legacy Of Shadows "Amor y Secretos en las Sombras" [+18]

Capitulo 18

Dante

La cena fue un evento memorable, una celebración de nuestra amistad que se extendió más allá de los sabores y aromas. Jasper nos había reservado una mesa en el restaurante más chic de la ciudad, donde los platos eran obras de arte culinario y cada bocado una experiencia en sí misma.

Nos recibieron con una copa de champagne, burbujeante como nuestras expectativas para la noche. El menú era un desfile de exquisiteces: desde entrantes delicados como carpaccio de salmón con alcaparras hasta platos principales que incluían filete de res en salsa de vino tinto y risotto de trufas blancas. Cada plato era un homenaje a los sentidos, presentado con una elegancia que hacía honor a la ocasión.

La conversación fluía tan libremente como el vino, y las risas llenaban el aire, creando un ambiente cálido y acogedor. Verónica y yo compartimos historias y recuerdos, mientras que Jasper nos entretenía con anécdotas de sus viajes. La camaradería era palpable, y por un momento, los problemas y preocupaciones del mundo exterior se desvanecieron, dejándonos sumergidos en la alegría del presente.

El postre fue la guinda del pastel: un soufflé de chocolate con un corazón fundente que se derramaba al primer toque de la cuchara, acompañado de helado de vainilla que equilibraba la intensidad del cacao. Era el dulce final para una noche que ya había dejado un sabor inolvidable en nuestras vidas.

—Extrañaba estas salidas —dijo Verónica.

—Extrañabamos —le asegure.

—Luego de aquí iremos a una discoteca que Verónica insistió en visitar —nos interrumpió Jasper.

—Será divertido —dijo Verónica con alegría.

—Solo no vayan a tomar de mas —les pedí mirándolos a ambos.

Al terminar la cena, nos levantamos de la mesa con una sensación de plenitud, no solo por la comida, sino también por la compañía y los lazos que habíamos fortalecido. Con el corazón lleno y el espíritu elevado, estábamos listos para continuar la noche en la discoteca, donde la música y el baile nos esperaban para sellar nuestra celebración.

Después de la cena, la discoteca nos recibió con su vibrante energía. Las luces estroboscópicas bailaban al ritmo de la música electrónica, y la multitud se movía como una sola entidad en la pista de baile. Jasper, Verónica y yo nos adentramos en el corazón de la fiesta, dejándonos llevar por el ambiente efervescente...

Gwen

El baile había sido un preludio de la tensión que ahora se palpaba en el aire, una calma antes de la tempestad de combates que se avecinaba. La élite contra los inferiores, un espectáculo de fuerza y destreza donde cada golpe y cada esquive eran una danza mortal. Ostis, con su porte imponente, fue el primero en entrar al aro de fuego, seguido por Elara, cuyos movimientos eran tan letales como bellos.

Sus enfrentamientos fueron un despliegue de habilidad pura, una muestra de por qué lideraban la élite. No se esperaba menos de ellos, y no decepcionaron. Con cada oponente derrotado, la expectativa hacia mi combate crecía.

Finalmente, llegó mi turno. Me despojé de mi vestido, una restricción menos en el baile de la guerra que estaba por comenzar.

—No tendré piedad —me advirtió Reeth, su figura recortada contra las llamas que danzaban alrededor del círculo sagrado de combate.

—Si te gano, me devuelves mis alas —sentencié, mi voz firme, mi mirada clavada en la suya.

—Eso no pasará —su sonrisa era un desafío, una provocación que acepté sin titubeos.