L'Historie d'une Vie |Percabeth|

|CAPÍTULO 3|

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Observo como la luz entra en mi habitación, veo el sol subiendo poco a poco hasta iluminar todo a su alrededor, con cada rayo que entra siento como si la hora de mi ejecución estuviera llegando, pareciera que el sol fuera mi verdugo, indicándome que el momento se acercaba hasta llegar a un punto en donde no puedo escapar.

— Annabeth— escucho a mi madre decir mi nombre detrás de la puerta, sé lo que hace, sé lo que viene, sé que tengo que estar preparada. Mi niña interior solo quiere salir corriendo de este lugar y nunca regresar, ir donde nadie sepa mi nombre, donde nadie se crea con derecho a esparcir lo qué me sucedió, donde nadie diga mentiras de mí, sin embargo, aquí estoy escogiendo mi vestido para ir a conocer a mi futuro esposo.

— Adelante— digo sin mucho ánimo, como quisiera que mi padre estuviera aquí en este momento para reconfortarme; a mi mente llegan flashback de noches tormentosas en las que solía despertar asustada y corría la habitación de mis padres en donde ellos me esperaban con los brazos abiertos, mi padre normalmente me cantaba una canción de cuna hasta que me tranquilizaba y podía volver a dormir, hoy él no está aquí, no puede cantarme una canción de cuna para tranquilizarme, no puede darme su abrazo reconfortante.

— Te ves hermosa— dice mi madre al entrar, la observo bien lleva un vestido ceñido, bastante formal, justo como la ocasión lo amerita, sé que ya he tratado de hacer mi sostén en toda esta situación, sin duda alguna ha sido la que más ha pensado mi beneficio y bienestar inclusive lo ha pensado más que yo, aún así no puedo evitar sentirme tan sola en este momento, aún sigo tratando de entender porque todo esto me sucedió a mí.

— ¿Estas lista?, ya están esperando por nosotras— pregunta lo que siento y le doy una leve sonrisa— por cierto le comenté a tu padre todo... casi todo lo que ha sucedido en estos días, si bien no podrá estar aquí en este momento, quiere que sepas que apoya cualquier decisión que tomes, y hará lo posible para llegar antes de tu boda con el joven Jackson.

— ¿Papá qué piensa de la boda?— pregunta curiosa porque solo necesitaba una pequeña objeción de él para negarme a seguir con esto, si mi destino era ser una mujer sola y desdichada que así sea prefería eso a volver a soportar un trato como el de la otra noche, de hecho la idea de tener una noche de bodas con Lord Perseus Jackson hace que me sienta mucho más enferma, realmente haré lo mejor posible pero no creo que pueda tolerar el toque de un hombre.

— Bueno, él piensa que Lord Perseus Jackson es un gran chico, dijo que lo conoció el día que nació, según sabe es tan en buen marino como su padre y su hermano mayor, tal vez ese sea un don heredado por generaciones— comentó mi madre tratando de aligerar el ambiente.

Hijos, no había pensado en los hijos, ¿cómo se supone que haré todo esto?, ¿Cómo tendré un hijo de Lord Perseus Jackson sí solo el pensar que me toque hace que quiera llorar y gritar de miedo?. Debo calmarme y tranquilizarme, pensar en una sola cosa a la vez, los Jackson deben verme como alguien digna y fuerte, debo borrar de mi mente la idea de hijos o la noche de boda, este día solamente me concentraré en conocer o mi futuro esposo, tal vez sea un hombre comprensivo, tal vez si le digo que no quiero estar con él en esa forma me entienda, tal vez puedo llegar a algún trato con él, sí permito que se acueste con cualquier mujer no me querrá a mí.

Durante todo el trayecto de la casa Jackson mi ansiedad crece, sin que me dé cuenta mis dientes empiezan a doler por lo fuerte que estoy mordiendo y mis uñas están clavadas firmemente en la palma de mis manos. Trataba de respirar, pero cada vez que exhalaba sentía que el aire no podrías volver a entrar a mis pulmones, Una vocecita en mi cabeza me repetía uno y otra vez sal de aquí, huye, ve donde nadie te conozca, vive una nueva vida, una vida diferente.