L'Historie d'une Vie |Percabeth|

|CAPÍTULO 5|

Hoy sería el dia de mi boda con Lord Perseus Jackson, con ayuda de mis doncellas y mi madre me ponía el vestido que se eligió para mí, aunque admito que es bastante bonito, tiene un toque moderno pero clásico, al verme en el espejo no podía evitar que mi estómago se retorciera, mis manos sudaban, mi boca estaba seca y sentía un ligero temblor en mi mandíbula.

— Sabes porque haces esto, sabes porque haces esto, sabes porque haces esto— me repetía una y otra vez mentalmente, sentía que mi interior lloraba, quería gritar y salir corriendo de este lugar a donde nadie me conozca.

— Es hora de irnos, ¿estás lista?— preguntó mi madre

— No quiero hacer esto madre— le dije a modo de súplica, necesitaba que alguien me salvara, pero eso es justamente lo que mi madre estaba intentando con esto, sé que si mi padre conociera el principal motivo por el que voy a casarme con Lord Perseus no dudaría un instante en cancelar todo sin importarle el escrutinio público.

— Annie, no imagino cuán difícil debe ser esto para ti, no solo debes cargar con las memorias de lo que ese hombre te hizo, sino que cargas con el peso de las opiniones de todos y además una boda, y aun así no has colapsado, realmente eres la persona más fuerte que conozco, y necesito que sigas siéndolo, esta boda debe ocurrir por tu bien, yo te protegeré en cualquier situación pero no quiero que acabes siendo un desecho de la sociedad.

Mire el suelo, sabía cuales eran la consecuencias de echarme para atrás en este momento, dejaría en ridículo no solo mi nombre sino también el de los Jackson, no puedo ser malagradecida, ellos confiaron en mi cuando nadie más parecía creer que todos esos rumores eran solo una fea mentira, me han ofrecido un hogar y proteccion al lado Lord Perseus; por mucho que sienta que cada paso que doy en esta dirección ocasionará un colapso en mí debo pretender que todo está bien y que estoy feliz por este dia.

Con cada segundo que nos encontramos más cerca de la iglesia mis ganas de llorar incrementan, miro a mi madre, su vista se dirige al paisaje que recorremos en estos momentos. Escuchó el canto de un ave al alzar vuelo, quisiera ser como él. Pronto nos detuvimos, por fuera la entrada de la iglesia se veía adornada con flores azules y unos listones, la arquitectura de la misma, la hacía resaltar entre todas las edificaciones del pueblo. Todo el marco de la puerta se encontraba decorada, aunque la decoración se perdía a la distancia, podía ver a algunas personas emocionadas corriendo de un lado a otro informando que la novia ya había llegado.

Alguien abre mi puerta, mi padre me da una sonrisa tan cálida que siento que mis temores se multiplican, sé realmente que lo único que quiere es tranquilizarme y apoyarme pero esta situación está a nada de superarme por mas que me he esforzado en mantener la compostura una lágrima rebelde se escapa, esas sola lágrima representa todo el dolor que he sentido desde esa noche, una parte de mi se siente muerta después de esa noche, creo que hubiera sido mejor para mi que hubiera acabado con mi vida esa tormentosa noche.

Mi padre rápidamente aparta aquella lágrima de mi rostro con su pulgar, para después darme un tierno beso en la frente.

— Eres la novia más hermosa que he visto en mi vida, el chico Jackson tiene suerte de que te hayas fijado en él, estoy seguro de que te hará muy feliz, eso es lo único que me importa ahora, que seas muy feliz el resto de tu vida mi Annie— dijo mi padre antes de apretarme contra sus brazos. Durante este tiempo he evitado el contacto físico con otras personas, eso me pone muy incómoda, pero estando aquí con mi padre se siente correcto, sé que si alguien no va a lastimarme es él.

— Te amo demasiado padre, quiero que sepa que has sido el mejor padre que cualquiera habría podido desear, siempre me protegiste de todo lo que pudiste—dije pensando en la única vez que no había podido salvarme — desearía poder quedarme a tu lado siempre.