|CAPÍTULO 8|

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Abrí los ojos, mi respiración era agitada, por más que inhalaba sentía que el aire no llegaba hasta mis pulmones, era como si algo estuviera enrollado en mi garganta e intentara acabar con mi vida, mire a mi alrededor en busca de ayuda, sin embargo, la soledad y la oscuridad eran mis únicas compañías esta noche. Lo único que podía ver era el movimiento de las cortinas al balancearse por la suave brisa que entraba por mi ventana.

Vale, me encontraba solo en mi habitación en casa de mi madre, me encontraba a salvo, sin embargo aquellas pequeñas voces en mi cabeza me gritaban una y otra vez que había actuado mal y que debía ser castigado de una forma u otra, creí que había salido impune de todo, sin embargo mi conciencia se había tomado personalmente el cargo de torturarme. las memorias vividas de lo sucedido causaban un impacto controversial en mí, por un lado me sentía satisfecho, pues había conseguido lo que quería o por lo menos una pequeña parte de ellos, y la otra se sentía culpable pues había arruinado mi vida, si esto se llegaba a saber sería un condenado y perdería todo aquello que una vez ame.

Con parsimonia y pesadez me obligué a levantarme de la cama, me dirige a donde bailaban mis cortinas, la luz de la luna entraba sin impedimento por la ventana de mi habitación. Nunca había sido una buena persona, y todo lo que se decía de mí por las calles era cierto, tenía una fea reputación de jugar con los sentimientos de las mujeres, y aún así estaba aquí comprometido con ella, Thalia Grace, ella era la mujer con la que había decidido que debía pasar el resto de mi vida, a pesar de eso, era otra chica la que acapara mis pensamientos, habría sido capaz de dejarlo todo por ella, no me hubiese importado ser desheredado por mi padre porque sé que mi madre de una u otra forma me habría apoyado, lo único que ella busca es que yo sea feliz.

Con el pasar de las horas vi la ascensión del sol, su fuerza empezaba a calentar todo lo que había a su alrededor, sin embargo, mis manos aún parecían un témpano de hielo, el temor no se había desvanecido ni con el pasar de las horas, me quedé sumido en mis pensamientos hasta que los golpes en mi puerta lograron sacarme del profundo océano de dudas arrepentimiento y culpa en el que me encontraba.

—Lord Luke es hora de bajar a desayunar, su madre, su prometida y sus futuros suegros lo esperan en la mesa— escuché decir a James, el mayordomo de la casa de mi madre, Por un instante mi mente pensó en todos y cada uno de los escenarios en los que podrían ser descubierta de mis verdaderas intenciones, creo que eso mataría de decepción a mi madre.

—Bajo en un segundo— informe, corrí a mi cuarto de baño para tomar una ducha rápida y vestirme lo más pronto posible, no era muy bien visto el hecho de que llegara tarde un desayuno con mis suegros. seguramente si mi padre hubiese estado aquí conmigo se habría encargado personalmente de que hubiera estado listo por lo menos una hora antes de la llegada de los padres de Lady Thalia.

Afortunadamente una de las empleadas domésticas había preparado mis ropas para el evento de esta mañana, por lo que no tenía que decidir que iba a ponerme, así que una vez salí de la empecé a vestirme Y prácticamente corrí a el comedor principal en donde se encontraban ya todos reunidos y esperándome para poder dar inicio al desayuno.

—Lamento profusamente la tardanza, creo que esta mañana se me ha hecho particularmente difícil para despertar, sin embargo ya sé que no es excusa pero creo que lo mejor es que demos inicio de una buena vez con el desayuno pues seguramente todos aquí morimos de hambre— dije con una sonrisa tratando de sonar encantador mientras veía a mi futura esposa, ella no parecía muy susceptible a mis encantos, sin embargo no dijo nada al respecto de mi puntualidad así que la comida tomó el rumbo que originalmente iba a llevar.

— Bueno creo que es momento de que nos pongamos de acuerdo para la fecha de esta unión, a nuestra Thalia le hace mucha ilusión al fin casarse con usted Lord Luke, sin embargo, hay unas cosas que como padres no podemos ignorar, usted comprenderá qué se dice muchas cosas de su persona en las calles, adicional a ello sé que algunas de esas resultan ser verdad. Solo por ser tu padre el hombre que es, he aceptado que te acerques a mi hija con intención de cortejarla, y solo por mi esposa aquí presente, he aceptado vuestro compromiso, pero ello no significa que no vaya a estar al tanto de lo que suceda en la vida de mi hija, y prever que puedas hacer algo que la dañe de alguna forma, por eso estando aquí frente a tu madre quiero que me veas a los ojos y me indiques cuáles son tus verdaderas intenciones para casarte con Thalia.

L'Historie d'une Vie |Percabeth|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora