L'Historie d'une Vie |Percabeth|

|CAPÍTULO 13|

Un par de días habían pasado desde la propuesta que mi padre le había hecho a Percy, realmente me sentía muy emocionada por el nuevo grupo que estaba tomando mi vida, mis padres siempre estaban junto a mí apoyándome en lo que sea que necesitara, mi esposo ha sido como una roca para mí.  Una parte de mí siente una pequeña esperanza, de que a pesar de todo lo sucedido, ahora me encontraba en el camino correcto, era como si todo lo que sucedió hubiera sido necesario para llegar a este punto. 

Mi padre desde el día 1 se había encargado personalmente de que Percy se sintiera bienvenido dentro de su empresa, había hablado con las personas de los más altos cargos para presentarlos ante él y que lo reconocieran como su sucesor.

—Buen día — digo mi esposo con una sonrisa, la noche anterior había llegado un poco tarde pues se encontraba con mi padre arreglando algunos asuntos, y había llegado agotado; ni siquiera había cenado cuando ya se encontraba en nuestra cama.

— Buen día Annie— responde él con la voz un poco ronca, estiró su brazo para rodearme con él y a traerme hacia su pecho. 

— ¿Cómo te fue ayer?— pregunta realmente interesada por cómo van las cuestiones del traslado de propietario. 

— Dios Annie, ahora comprendo porque era necesario que tu padre estuviera tanto tiempo por fuera viajando, y según tengo entendido ahora ha llegado a un nivel de equilibrio, pero solo después de tantos años de trabajo ha podido conseguirlo, de hecho a veces pienso que esto es demasiado bueno para ser real. 

—¿A qué te refieres con eso?—  pregunté un poco confundida, pues no parecía muy bueno el hecho de que llegara demasiado tarde y demasiado cansado. 

— A que esto parece demasiado bueno para ser real, estoy aquí en la cama con la mujer más hermosa del mundo, que por cuestiones del destino es mi esposa, adicional a eso parece que tengo una fantástica relación con mis suegros y quieren que me encargue de su negocio familiar, el cual si bien es bastante cansado ha llegado un punto de equilibrio en donde no necesito realizar los viajes de mi suegro debía hacer, así que estoy en las puertas de recibir un negocio completamente rentable y que casi se puede manejar solo, adicional a eso tendremos un título de la nobleza, cosa que nos concederá el favor del rey. Y a pesar de todo eso, avisoro un futuro en donde tú y yo seamos completamente feliz y con muchos hijos, te puedo asegurar que ni en mis sueños más locos me imaginé llegar a un punto así de plenitud.

A pesar de lo cansado que se encontraba por tratar de ponerse al día con todos los negocios de mi padre, La sonrisa que me da en ese momento era completamente sincera, Percy realmente parecía feliz por la vida que le había tocado vivir, y eso me hacía sentir muy bien, pues aún había una pequeña parte de mí que me reprochaba por haberle robado su libertad. Me acomodé un poco mejor para poder abrazarlo, pues aunque mantenía una conversación con él su cabeza seguía enterrada en la almohada.

— Pues me alegra que estés feliz, ahora sí me disculpas iré a visitar a mis padres, mi madre y yo hemos decidido tener una tarde de chicas— me levanté de la cama y me puse una bata para cubrirme, caminé hasta el baño para tomar una ducha, el agua estaba un poco fría, pero  mi cuerpo empezó a calentarse cuando sentí unas manos sobre mí. 

Reconocía que llamamos a la perfección, sentía cómo se paseaban por todo mi cuerpo, lo que no hacía más que provocarme placer, aquellas manos subían y bajaban tocando cada curva de mi cuerpo, una de sus manos se quedó atendiendo mi pecho mientras la otra rodeaba mi cintura para atraerme hacia él. Unos suaves besos empezaron a descender por mi hombro. 

—Creí que estabas cansado— susurre mientras me dejaba llevar por la abrumadora sensación de tener mi esposo detrás de mí, seguramente estaba desnudo, mientras me tocaba de una manera que lograba desorientarme por completo. Sentía un suave mordisco con mi hombro antes de escuchar su respuesta.