Los días que siguieron a la reunión con Lady Annabeth se fueron tan rápido que parecía que cronos tuviera prisa porque se celebrara nuestra unión. No sé si eran sueños o pesadillas pero cada cerraba los ojos para descansar veía el inmaculado rostro de mi prometida, sus ojos grises, que tenían una chispa de tristeza, su sonrisa, la cual parecía esforzarse por asomarse.
Recuerdo con claridad sus palabras, ella no parecía querer casarse, sin embargo, el hecho de que su nombre haya sido mancillado por las calles, hace coherente la idea de buscar un matrimonio que la salve del escrutinio de las personas; he de mencionar que esta no fue la primera vez que la ví, claramente no sabía su nombre o quién era, ella iba caminando con sus doncellas acompañándola, tenía una sonrisa en su rostro, de esas que te contagian las ganas de sonreír; ahora con esta situación pareciera que no hubiera rastro de aquella chica.
— ¿En qué piensas tanto amor?—preguntó mi madre al entrar en mi habitación, la miré extrañado por su comentario, no era usual aquello, a lo que ella respondió con una ligera sonrisa — desde la cena con Atenea y Lady Annabeth has estado mas distraido de lo usual, honestamente no pensé que fueras el tipo de hombre que se queda pensando varios días sobre una situación.
— No he estado distraído— dije negándome a aceptar la verdad.
— Si que lo has estado, y creeme lo comprendo un matrimonio arreglado no es algo fácil de hacer, de hecho te puedo decir sin temor a equivocarme que tu padre estaba más que nervioso días antes de anunciar nuestro compromiso, y durante ese tiempo hasta la boda fue un completo manojo de nervios, creo que se calmó después de que ambos dijéramos sí, y mira, todo ha resultado una maravilla.
— Ya lo se madre, sin embargo, no todas la situaciones son iguales, por lo menos la situación en la que se encuentra Lady Annabeth la ha hecho verse obligada a necesitar esta unión, y estoy seguro que mi padre saca algo mas de provecho que el ingenio de Atenea para los negocios, y esa es la verdadera razón por la que insiste tanto en este matrimonio.
La expresión de mi madre me hizo darme cuenta de que estaba en lo cierto y además de eso estaba seguro que ella conocía esa razón, pero conociendola jamas traicionaria a mi padre, si esto fuera algo fácil de decir ella ya me lo hubiera comentado, así que seguramente mi papá se había aprovechado de la situación, no era la primer vez que hacía algo como eso, y estaba seguro que no sería la última.
— Tu sabes que es, ¿no es cierto?— dije tomando la mano de mi madre, tal vez si me veía a los ojos le sería imposible no decirme.
—Sabes que no puedo hablar de eso contigo, cualquier cosa debes preguntarle a tu padre, él es el que ha manejado todo esto con Atenea.— dijo sin vacilar — es hora de que dejes de pensar en este tipo de cosas, en lo único que debes centrarte es en el hecho de que pronto te vas a casar, tendrás una linda esposa, en una linda casa, seguirás trabajando con tu padre y algun dia mas adelante tu te haras responsable de sus negocios, tendrás bellos hijos y seras muy feliz.
Mi madre tenía una sonrisa tan cálida que me hacía pensar que lo que decía se iba a hacer realidad. Creo que si no hubiera estado tan comprometido con mi trabajo tal vez hubiera cortejado Lady Annabeth, para nadie era un secreto lo hermosa que era, además de lo lista; quizás sí habría acabado casado con ella en un contexto muy diferente o tal vez ella me habría descartado.
— Realmente quisiera tener un poco de la fe que tienes, es realmente estresante todo esto, pero solo espero que todo salga bien, tal vez Lady Annabeth y yo podamos construir todo lo que dices algún día.
***
La marcha nupcial empieza cuando se abren las altas puertas de la iglesia, miraba a todos lados tratando de encontrar un rostro amable que me dijera que todo iba a salir bien, si bien mis padres estaban en la primera fila , mi madre al igual que todos los demás voltearon con el fin de ver a la novia haciendo su entrada, no sabia como mi madre había logrado que empezaran a llover pétalos de flores blancas. vi a mis padrinos, estaban con la boca ligeramente abierta mirando hacia el frente, en resumen nadie estaba mirándome a mi salvo una persona.
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L'Historie d'une Vie |Percabeth|
FanfictionAnnabeth se ve obligada a contraer matrimonio despues de que una noche su vida quedara arruinada, su madre desesperada, consigue que el hijo de uno de sus antiguos conocidos acepte unirse en matrimonio con su bella hija. Sin embargo, una red de men...