|CAPÍTULO 6|

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Días antes de la boda

—Espero que estés completamente satisfecho con lo que he tenido que ceder— dije a Poseidon, desde que dimos inicio a este trato él solo se ha beneficiado de lo que es mi esposo y yo tenemos, sabía que no negaríamos nada con tal de que nuestra hija estuviera protegida.

—Solo un poco Atenea, solo un poco— respondió con una sonrisa de suficiencia.

Realmente odiaba a este hombre. Me preguntó que vio Sally en él para casarse con esa basura de humano, y es que no me sorprendería en nada que él tuviera algo que ver con que el rumor de Annabeth se esparciera de manera tan rápida.

Dejé la reunión que había tenido con este hombre para dirigirme a mi casa, debía estar al pendiente de mi hija, debía protegerla, afortunadamente mi esposo ya había llegado de su viaje, no sabía cómo contarle lo que había sucedido con nuestra hija, él debía saberlo pero seguramente una noticia sí lo destrozaría, al igual que me destrozó a mí.

Estos últimos días Annabeth había pasado todo el día encerrada en su habitación, y con toda razón el miedo de sus ojos era claro, que había vuelto a temer a la oscuridad, y la lluvia se había convertido en una de sus peores enemigas, de hecho una noche tormentosa me acerqué a su habitación solo para confirmar que ella estaba durmiendo, escuché claramente su llanto; realmente no sabía cómo manejar esto, sentía que no estaba haciendo una buena madre para ella, sé que debo apoyarla pero no tengo idea de qué hacer.

— Annie—dije al entrar en su habitación con la voz más suave que pude para que no se asustara, ella se encontraba acurrucada en su cama, tenía la almohada puesta sobre su cabeza y temblaba debajo de sus sábanas. Me acerqué a ella para abrazarla, estoy segura de que no muchos habrían podido soportar todo lo que mi hija ha soportado estos días— ¿ Qué sucede?

Era clara la respuesta de mi pregunta, pero lo único que yo quería era es que ella saliera de ahí abajo, quería que me permitiera abrazarla otra vez, después de lo sucedido Annabeth repele cualquier contacto físico que pueda tener; pero yo era su mamá se supone que debía llorar en mis brazos, yo debía consolarla, debía hacer lo mejor para ella, se supone que debía protegerla y no lo logré. Una parte de mí siente que le he fallado como madre, ¿ y cómo es posible que mi hija haya sido atacada en mi propia casa y yo no lo haya notado?, le fallé a mi hija, le fallé a mi esposo, le fallé a mi familia.

—Era una noche como esta, la lluvia caía fuertemente, los rayos impactaban con toda su fuerza en el suelo mientras dividía en el cielo, era una noche como esta— dijo ella haciéndome entender— él se mezcló con las sombras de la noche, ni siquiera yo me había percatado de su presencia en mi habitación, solo lo supe cuando ya estaba encima de mí y no pude evitar que me lastimara.

Annabeth aún se encontraba bajo las sábanas, la luz que provenía de una vela hacía ver cómo estaba mojada una parte de su almohada.

—Tengo miedo mamá, tengo miedo a que se repita eso anoche, miedo a que vuelva a parecer de la nada, miedo a que no pueda huir otra vez, tengo mucho miedo-— expresó ella quitando la almohada de su rostro, sus mejillas estaban bañadas en lágrimas, de su nariz igual forma salían fluidos, el terror en su mirada rompía mi alma, mi hija siempre había sido una chica valiente y fuerte, ahora no veía nada de eso, ahora solo podía ver un cascarón vacío y una parte de mí sentía que era mi culpa.

— No va a pasarte nada de esta noche, ni ninguna otra, yo me quedaré aquí, cuidaré tus sueños, me quedaré aquí contigo hasta ver que el sol ha salido, no dejaré que nada malo vuelva a ocurrir nunca más— dije mientras acariciaba su cabello.

Me subí por completo a su cama para que ella pudiera abrazarme mientras trataba de conciliar el sueño, la sostuve junto a mi pecho como cuando era una niña pequeña y tenía una pesadilla y necesitaba que mamá le ayudara a calmarse para poder volver a dormir, pronto Annabeth concilió el sueño, aún tenía leves espasmos por haber estado llorando, pero por lo menos podía dormir en paz; en ese instante no pude evitar empezar a llorar, desde el día uno del suceso solamente me concentré en hacer que Annabeth se viera lo menos afectada posible, pero ahora estaba comprometida justo ahora sentí como si un carruaje me hubiera golpeado.

L'Historie d'une Vie |Percabeth|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora