Capitulo 5

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Salí limpia y vestida. Mi casillero está a un lado del de Nam, por lo que tuve que interrumpir mientras esta tenía acorralada a una chica. Al verme, la desconocida empujó a la otra por el estómago y se fue corriendo.

—Oye —Nam se quejó hacia mí—, estaba ocupada.

—¿Quieres que vaya por ella? —pregunté abriendo para guardar mis cosas.

—Siento que me la traerás en una bolsa.

Fijé la vista al frente, al fondo del casillero. Cerré los ojos un momento y devolví mi atención a lo que hacía.

—¿La conozco?

Hasta el día de hoy, creo que he visto a Nam con varias chicas diferentes, o quizá se trate de la misma con otra ropa.

—Ni yo la conozco —apuntó cepillándose el cabello—. Me la encontré aquí y me pareció linda. Es amiga de tu chica, pero no sé quién es.

—¿Quien es mi chica? —la volteé a ver.

—La presi.

—Ya te dije que...

—Te mandó esto —me tendió una mano con un papel, sin mirarme.

Lo tomé y lo desdoble para leerlo:

«Te espero en la salida, si no vas, igual sé dónde trabajas».

—¿Lo leíste? —le pregunté a Nam.

—¿Tu que crees?

Lo leyó

A la hora de la salida, me quedé afuera de la escuela. No tengo mucho tiempo, pensaba comer antes de ir a la librería y veo que no voy a poder.

La Presidenta salió con un pequeño grupo, no iba a hablarle, así que solo esperé a que me buscara y me encontrara: lo hizo. Se despidió de todos y se acercó.

—Pensé que iba a tener que ir a tu trabajo —comentó delante de mí.

—Es un lugar abierto al público —repuse.

—No voy a molestarte ahí, ¿Te parece si caminamos y hablamos?.

No respondí, solo empezamos a caminar en dirección a la librería. No llegaré tarde, pero de cualquier forma ya perdí la oportunidad de comer antes.

—¿De que necesitas hablar conmigo? —pregunté.

—Nada más quería preguntarte si solías meterte en problemas en la escuela.

—No, nunca.

—Me refiero a en toda tu trayectoria —insistió.

—No.

—... —se aclaró la garganta —. Es que pareces ese tipo...

—¿Para qué quieres saber eso?

—Bueno..., quiero saber si estás fichada. Si te metes en problemas, ¿corres el riesgo de que te expulsen de la escuela?

—No estoy fichada, pero si becada. Si me meto en problemas, me van a expulsar.

—Entiendo... —susurró para sí —. Creo que te quitarían la beca, pero no te expulsarían.

—A eso me refería; no puedo pagar la colegiatura, así que tendría que dejarla.

—¿Te molesta hablar de tu situación económica?

—Me da lo mismo —respondí.

—...Es que ayer, cuando te pregunté, parecías molesta.

—No estaba escuchandote —confesé —. Estaba haciendo el pago y me estabas hablando y yo no puedo poner atención en dos cosas al mismo tiempo.

En el vino y el café /FREENBECKY/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora