Alluring, Delight and Woe. •Enid Sinclair, Wednesday Addams y tú•

Capítulo 20: La verdadera Laurel Gates

Narrador Omnisciente:

Lyra no la estaba pasando bien. Primero se despertó con la peor resaca del mundo, luego se enteró de que Wednesday, de hecho, fue expulsada, y luego tuvo que sentarse y ver a dicha novia empacar todas sus cosas con la ayuda de su otra novia mientras ella agarraba un almohada como si fuera su salvavidas. Ella no la estaba pasando bien.

Y ella no fue la única. Enid estaba al borde de las lágrimas mientras doblaba la ropa de Wednesday. No quería despedirse de la pelinegra. ¿Qué había dicho la chica más baja la noche del apuñalamiento? ¿'Quiero más de un día contigo'? Bueno, en su caso tenían dos, pero definitivamente eso tampoco fue suficiente. Enid quería más tiempo con ellas.

Y Wednesday también lo hizo, pero contuvo las lágrimas mientras cerraba su máquina de escribir. Una de ellas necesitaba mantenerse fuerte y sabía que tenía que ser ella. Pero santo infierno era su corazón el que le causaba dolor físicamente. La vieja maldición del amor de la familia Addams. Estar separada de sus amores sería una auténtica tortura. Y no del tipo bueno. ¿Pero qué podría hacer ella? Xavier tenía razón. Necesitaba irse. Para ellas. Estarán a salvo si ella se va.

Lyra se obligó a ponerse de pie, con la cabeza palpitando mientras lo hacía. Actualmente llevaba un par de gafas, que eran de Yoko pero no había tenido ganas de ir a su habitación y haber buscado las suyas.

-Cara mía, por favor descansa.-suplicó Wednesday.

Pero la vampiro negó con la cabeza.- No, no quiero que te vayas. No es justo, apenas tenemos tiempo para que estemos todas juntas. ¿Qué pasa si te vas y nunca te volvemos a ver y te olvidas de nosotras?

-Lyra, Enid... las marcas que han dejado en mí son imborrables.-aseguró Wednesday.- Cada vez que siento náuseas al ver un arcoíris o al escuchar una canción pop que me hace sangrar los oídos, pienso en ustedes dos.

Lyra se secó las lágrimas de los ojos mientras Enid asentía tratando de contener las suyas.

-Gracias.-dijo la loba en voz baja. Sabían que la pelinegra lo decía como un cumplido.- ¿Pero qué hay de hablar? No tienes teléfono.

-Siempre puedes escribir una carta. Aquí.-cogió papel y lápiz del escritorio de Enid y garabateó su dirección antes de entregársela a las dos chicas.- Tal vez incluso puedan venir a visitarme

Lyra levantó la vista con una sonrisa y ojos brillantes.- ¿Lo dices en serio?

-Por supuesto.-Wednesday hizo una pausa y escogió sus palabras con cuidado.- Solo porque ya no estaré en la escuela no significa que no podamos vernos.-ella comenzó a sonrojarse un poco.- Siempre y cuando eso sea lo que desees.

Wednesday comenzó a agarrar sus libros y continuó empacando mientras decidía dejar salir a la luz sus inseguridades.- Sabes, siempre creí que confiar en otras personas era un signo de debilidad.-regresó a su baúl.- Que inevitablemente me llevarían a la decepción.-empezó a guardar los libros.- Resulta que yo he sido la decepción.

-¿Me estás tomando el pelo?-Enid preguntó con incredulidad mientras daba un paso adelante.

-Te amamos mucho.-le recordó Lyra mientras ella también se acercaba, tropezando un poco.- Siempre nos has ayudado cuando lo necesitábamos.

-E incluso fuera de las relaciones, he aprendido mucho de ti.-continuó Enid.

Ambos sonrieron y la abrazaron, apretándola con fuerza. Ella se lo devolvió con la misma fuerza. No sabía cuánto tiempo pasaría hasta que volviera a recibir un abrazo así. Permanecieron así por un minuto antes de alejarse, todos teniendo que secarse algunas lágrimas perdidas.