A la mañana siguiente Yoongi se encontraba caminando hacia el comedor donde se encontraba el arcángel, aprovechando que Kim y Jung no se encontraban a su alrededor.

Era hora de hacerlo pagar.

Al llegar al comedor, lo vio, se encontraba sentado tomando un zumo de naranja con aparente tranquilidad. "Oye tu, ven conmigo, ahora" Jeon al verlo se fijó en una mancha carmesí en su cuello, lo miró con burla y sonrió "La pasaste bien anoche, ¿no?, no me esperaba menos de un demonio como tu".

Min, aguantando las ganas de matarlo por su atrevimiento, sonrió de la misma forma "Oh si, como no te imaginas. Taehyung realmente sabe cómo complacer a quien se lo merece" y dicho esto lo tomó del brazo llevándolo consigo por los pasillos.

Tras unos segundos llegaron delante de una enorme puerta de madera delante de la que se encontraba un fornido guardia con una antorcha. "Dame la antorcha y quédate aquí" le ordenó. Este obedeció sin dudarlo, y Min arrastró al arcángel en la oscuridad de las escaleras que dirigían a las mazmorras.

Desde las retorcidas escaleras de caracol, Jeon podía oír los gritos de socorro y las risas de los internos. Sus voces eran en su mayoría graves y cavernosas.

Al llegar al pasillo, notó que el suelo era resbaladizo, y un insufrible olor llenaba el sitio en toda su totalidad. El frío también parecía imposible para un lugar como el infierno. Los sonidos de las cadenas y los gritos, risas y lamentos parecía que fueran a enloquecer al pobre arcángel, que algo arrepentido miraba alrededor de la oscuridad con miedo. Finalmente, Min alumbró el camino que tenían delante.

Alrededor del largo pasillo subterráneo, varias celdas estaban colocadas en fila a ambos lados, todas repletas de seres nauseabundos y ligeramente humanoides que gritaban y aporreaban los barrotes, gritándole blasfemias al pobre ángel mientras alargaban sus brazos hacia él.

"Que buen culo puta, ven aquí, te haré sentir jodidamente bien"

"Me encantaría follar esa boquita"

"Debes de estar malditamente apretado"

"Ven, déjame venirme en esa carita"

"Los virgenes como tu son los mejores"

"Dejame comerte y probarte, zorra"

"Tu carne debe ser deliciosa"

"Dicen que la sangre de angel es la mejor, me pregunto que tan buena es la tuya"

"Maldita escoria"

"Perra"

"Dejame consumir tu alma, precioso"

Finalmente llegaron al final de la fila de jaulas, y Lucifer enfocó con la linterna a una que estaba especialmente llena. Con una sonrisa, le dijo: "Mira con atención, angelito".

Al principio, no vió nada. Luego, fue capaz de distinguir las monstruosas figuras de los incubos. Pero estos, a diferencia de los demás, no estaban mirando a Jeon. Parecían puestos en un círculo, riendo y empujándose unos a otros. Y entonces, lo vió.

En el centro de aquella multitud, una figura blanca parecía destacar de entre los demonios. Era la de un ángel que Jeon automáticamente asumió que sería un prisionero de guerra.

Estaba tendido sobre el suelo con la mirada al techo, y aunque estaba vivo, parecía estar en trance. Encima de él estaba un incubo, al parecer usando su cuerpo para su satisfacción y a su alrededor muchos otros se apartaban y se lo disputaban como si fueran perros hambrientos de caza peleándose por una presa. Jeon no pudo evitar exhalar ruidosamente y retroceder un par de pasos de la jaula. No fue capaz de apartar la mirada.

The Temptation - TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora