Una hora más tarde, Jeon estaba tendido sobre su cama, sumido en sus pensamientos. Por mucho que lo intentara, no podía acostumbrarse a la idea de que no iban a rescatarlo. Y aunque estaba enfadado con Jin, no podía dejar de pensar en su futuro. Tal vez se convertiría en un demonio más, o peor, terminaría como el angelito de la celda de abajo.

Decidió apartar sus pensamientos por el momento, confiaba en que si conocía a Taehyung personalmente probablemente se hubiera asegurado de que estuviera bien. Al fin y al cabo, era malvado, pero cumplía con sus promesas.

Alguien llamó a la puerta de la habitación. Era Astaroth. Con una sonrisa algo lastimera y una taza con algo, se sentó al borde de su cama. Jeon lo miró sospechoso

"¿Estás mejor? Lamento el incidente con tu amigo"

"¿Cómo te has enterado?"-preguntó secándose el rastro de sus lágrimas con vergüenza. El demonio sonrió.

"Estaba yendo a consultar al señor sobre un asunto acerca de tu próximo traje y sin querer lo he presenciado entero. Entiendo el motivo de tu enfado"-reposó la taza sobre la mesilla de noche.

"¿Qué es eso?"

"Lleva verbena y raíz de tannis. No sé de eso, pero dice la cocinera que te hará bien para los nervios"-se la acercó. Se rió ante una mueca de Jeon al inspeccionar su contenido "Vamos, no es como que trate de envenenarte"-. El arcángel terminó de tomárselo, y comenzaron a hablar sobre lo que había sucedido.

Astaroth fue interrumpido por la entrada de Satán a la habitación quien se quedó en el marco de la puerta para luego decir con calma "Jungkook, vamos a mi despacho" el nombrado, resignado se levantó y fue a su lado retirándose de la habitación dejando al sastre muy confundido.

Su majestad estaba tramando algo, él lo sabía muy bien.

A los pocos minutos ya se encontraban en su despacho, sentados de nuevo en los mismos sillones de la vez pasada. En frente de ellos, una nueva bandeja de comida. Esta vez Jungkook no se encontraba tan nervioso, sino más conmocionado por lo que había sucedido.

"Se libre de tomar lo que quieras" dijo después de tomar un sorbo de su vino tinto "Entiendo tu frustración por querer irte, todo te parece fuera de lugar, pero te puedo asegurar que pronto te vas a acostumbrar"-. Jeon no quedó satisfecho, pero asintió. 

"Será difícil acostumbrarme a un lugar tan infame" "Bueno, es infame, pero honesto, no hay nada que ocultar aquí. Cada quien hace lo que quiere, siguiendo unas pequeñas reglas. Cuando conozcas el infierno de forma correcta, no verás ni un solo ser infeliz. Bueno, la gran mayoría" El arcángel lo miró, atreviéndose a hacer contacto visual directo con el demonio. "¿Ah, si? ¿Qué hay del ángel que tu tan preciado ayudante me llevó a ver a las mazmorras? ¿Acaso él es feliz?"-se atrevió a alzar un poco el tono mientras no apartaba la mirada. 

Taehyung exhaló y frunció el ceño, reclinándose hacia delante en su sillón.

"No sabía que te llevó a verlo. Bueno, te lo explicaré. Los incubos son usualmente invocados, para que no causen disturbios siempre se mantienen en celdas, en la última batalla, uno de ellos escapó, tomó a ese ángel como su posesión. Cuando esto pasa, es casi imposible hacer que el incubo lo suelte sin que termine muerto. Es casi como si formaran una unión, si lo digo de forma metafórica, claro." Explicó con tranquilidad.

"Ni siquiera has visto el estado en el que estaba. Más de uno hubiera deseado morir en su situación, incluído él. Me dirigió la mirada varias veces incluso cuando tenía a aquellos seres repugnantes encima, y esos no eran los ojos de alguien a quien le importase una mierda vivir"-se sorprendió al emplear ese tipo de lenguaje, pero aun así, el tema había causado suficiente en él como para sacarlo de sus casillas.

The Temptation - TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora