Maddox
Han pasado algunos días desde la discusión y puedo sentir como pierdo la cabeza poco a poco. Me levanto atormentado luego de mis pesadillas y siempre puedo sentir la imagen de Daniel siguiéndome; solo que, últimamente, sus ojos azules celestes sean vuelto más intensos, como relámpagos azules en medio de la noche. Sus facciones se vuelven más adorables y su cabello de una tonalidad oscura azabache. La imagen de Daniel, luego de cada pesadilla, da paso a la visión atormentada de Christian.
Aun puedo escuchar las palabras que me dijo como si le tuviera de frente, todo el enojo que llevaban, el autodesprecio. Me encantaría saber que le está llevando a ese punto, solo hay un problema...
No he vuelto a cruzarme con el antiguo Dios desde esa noche.
Christian me ha estado evitando, encerrado en su habitación hasta altas horas de la noche, solo sale en escasos momentos y procura no estar en la misma estancia que yo. En los pocos casos que le he escuchado cerca, desaparece cuando me acerco a él y esto lentamente está destrozando mi cabeza.
Debería intentar que no me afecte, sabía en lo que me metía cuando acepte esto. Pero, simplemente, no puedo evitarlo. Ni siquiera presto atención cuando Reyes me está dando el informa de los asesinos que estoy cazando. Solo alzo la mirada cuando siento como el híbrido bufa y deja caer la carpeta de archivos sobre la mesa con un único tirón.
Está recostado sobre la madera del mueble, sus brazos cruzados y una ceja alzada en mi dirección.
—¿Me contarás ya que te sucede o voy a tener que adivinarlo?
Parece un poco preocupado. Sin embargo, niego con la cabeza.
—No sucede nada, son cosas mías.
El chico me observa en silencio unos segundos, como si analizara tanto mi actitud como mi postura. Por lo que imito su posición e intento mantener una seguridad que no poseo en estos instantes.
—¿Problemas en el paraíso?
Gruño por su pregunta, pero es evidente que Reyes no se siente para nada intimidado por mí. Aunque no es para menos siento un poderoso sobrenatural psicópata.
—No he podido evitar notar que Christian parece especialmente alejado en estos días. La última vez que hablé con él parecía confundido.
—¿Te preocupa? —Se encoge de hombros.
—Solo no puedo evitar verme reflejado en su situación, es duro cuando una sola persona debe cargar un peso así para que los demás sean felices y, aunque sea un Dios, es evidente que se rompe.
Solo suspiro y paso mis dedos por todo mi rostro.
—No sé que hacer, la parte lógica de mi cabeza dice que no es mi situación; les hizo daño a tantos, pero...
—Quieres cuidarlo. —Termina la frase por mí y solo soy capaz de asentir.
Aun puedo recordar la noche en la que se cortó el pelo, mostrando una expresión tan vulnerable y tan roto. O cuando Samson y Declan vinieron de visita, Christian solo parecía querer salir corriendo ese día sin ser capaz de mirarlos. Dice que no quiere sentir su corazón, que es un villano; no obstante, es capaz de entrar a mi habitación cuando me siente gritando víctima de una pesadilla y para que pueda volver a dormir me calma con la poca energía que le queda, aunque sé que eso le dejaría sumamente agotado. Christian dice que no quiere sentir, pero la verdad es que se siente roto. Sin embargo, ¿no lo estamos todos en cierta medida?
Él dice que vive en la oscuridad; que la oscuridad es mala, fría y distante, un agujero de perdición. Por otro lado, es en la oscuridad cuando apreciamos la belleza de la luna, las estrellas o luciérnagas. Es en la oscuridad donde la humanidad se ha refugiado por años para escribir, soñar o amar algo. ¿Es en verdad la oscuridad tan mala o es Christian quien se niega a ver su propia perfección?
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Pasiones Ocultas [#7 Pasiones-BL]
Romance«Si el amor fuese ciego solo nos enamoraríamos de la oscuridad» Beret. «Solo en la oscuridad puedes ver las estrellas» Martin Luther King