Capítulo 23

160 38 1
                                    

Ira, miedo, horror y terror se apoderaban de mi cabeza por duodécima vez en los últimos minutos que he intentado comprender lo sucedido.

Declan había entrado a la fiesta solo y, casi por instinto, mi pulso se aceleró de preocupación; sin embargo, el dios de cabellos dorados me prometió que todo iba bien. Christian tan solo necesitaba unos segundos a solas para reconciliar su mente con su corazón, para aclarar sus ideas y tomar su decisión fina, por lo que, a regañadientes, volví a sentarme en la silla y obligarme a tener una conversación normal con los que me rodeaban.

A pesar de ello, no podía evitar la punzada que oprimía mi pecho a cada nuevo segundo que pasaba y Christian no retornaba a mi lado.
La angustia volvió a dispararse en mi sistema cuando, por fin, los novios realizaban su entrada y Christian no lo había hecho. Sin poder contenerme más tiempo salí en su busca y la desolación me golpeó como un camión cuando no lo vi por ningún rincón. Solo pude pensar que, finalmente, tomó su decisión y esa no había sido yo...

Sin embargo, cuando el sonido de un celular rompió el silencio del exterior mis emociones viajaron en una dirección totalmente nueva. Solo era un mensaje, pero lo significaba todo:
Desconocido: No devuelvas la llamada, no vengas hasta que no te contactemos. No traigas a nadie cuando eso pase y, quizás, tu novio viva hasta mañana.

Había pasado más de una hora desde eso y aún no había rastro alguno de Christian...

Cuando el resto se enteró intentaron tranquilizarme, impedir que saliera hacho una furia. Reyes incluso detuvo la cena de ensayo. Todos en busca de pistas que indicaran el paradero de Christian. Sabíamos quienes le tenían, las únicas personas dispuestas a sacrificar vidas ajenas por obtener mi cabeza para una recompensa. Las mismas personas que llevaba semanas cazando y rastreando. Los mismos humanos que conocerían el infierno cuando pusiera mis manos en ellos.

—Tengo que ir —dije por milésima vez en lo que iba de hora.

Samson puso mi mano en mi hombro para intentar relajarme.

—Sé que estas nervioso, pero debes relajarte. Primero: no sabes a donde le han llevado; segundo: te estarán esperando con trampas como la última vez. Necesitamos un plan Maddox, simples humanos no son rivales para nosotros, pero no vamos a poner ningún detalle en riesgo.

La frustración me lleno ante su lógica, nada de esto hacia la situación más sencilla.

—¡Es un Dios! ¿Cómo le tuvieron?
Para mi sorpresa, fue Declan quien dio una explicación.

—Es un Dios, pero sus poderes están retenidos, ahora mismo su cuerpo no es diferente al de un humano.

—Entonces esto debió de hacerle efecto —La voz de Reyes llama nuestra atención mientras alza su mano para mostrar un pequeño dardo.

Lo tomo con cuidado y lo acerco a mi rostro. La punta desprende un olor entre ácido y fuerte. No puedo evitar pensar en líquidos de limpieza, llenos de raros y extraños químicos.

—¿Qué es?

—Parece que es lo mismo que le han estado disparando a varios cambiaformas en estos días, a ellos no les afecta; pero si el cuerpo de Christian es similar al de un humano ahora...

Deja la frase inconclusa. No es necesario terminarla para evidenciar la alta vulnerabilidad del Dios de la nada en este momento.

—Voy a matarlos a todos —rujo con furia; sin embargo, Declan vuelve a negar con su cabeza.

—Ahora mismo, tienen como chantajearte Maddox, Christian es vulnerable y, a pesar de que pueda recuperarse rápido, tu no vas a atacar mientras le hagan daño.

—¿Y qué sugieres? —Casi chillo y puedo sentir todo mi cuerpo temblar ante la desesperación.

Mi vida había sido fácil y sencilla después de la muerte de Daniel. Había sido fácil y sencilla porque no tenía que preocuparme por nadie que no fuera yo mismo. No tenía que mirar por el bienestar de alguien más, no había sentido que mi mundo se derrumbaba si alguien no estaba conmigo de nuevo. Sí, la vida después de Daniel había sido fácil y sencilla, pero solitaria...

Irónicamente, aunque Christian era el Dios de la nada y la oscuridad, había llenado de luz mi alma. Me dio una segunda oportunidad y aparto de mi lado el miedo a las sombras que me perseguían. Me recordó que en lo oscuro también habitan cosas hermosas y, sobre todas las cosas, que no quiero volver al tipo de vida que tenía.

Miro a Declan en busca de respuestas que me otorguen algún indicio de esperanza. Sin embargo, su mirada solo se halla en Samson. El ceño de ambos fruncidos, como si mantuvieran una conversación solo evidente para ellos dos.

Samson es el primero en apartar la mirada y suspirar. Aprieta el tabique de su nariz con los dedos pulgar e índice, trazando pequeños círculos, como si aliviara un enorme estrés de esa zona y, para mi sorpresa, rompe en risas. Todos en la habitación le observan con el mismo nivel de confusión que yo, todos excepto Declan que parece feliz con el resultado de su competencia visual.

—¿Y bien? —interrogo, apremiándole.
Samson solo me mira.

—Tenemos un plan, pero lo primero es saber dónde está Christian.

—¿Y luego de eso?

—Luego irás, justo como ellos pidieron.

—Hace unos segundos me dijiste que no debería de ir solo.

Samson niega.

—Pero esta vez no eres el atacante Maddox, sino la carnada.

Y como si de una señal del destino se tratara el móvil en mi mano comienza a sonar. Es hora de iniciar el juego.

Pasiones Ocultas [#7 Pasiones-BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora