Epílogo

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Christian

Unas semanas después...

Hasta los más poderosos caen...

Ese es el pensamiento que me invade la cabeza cuando veo a Reyes sollozar en el altar mientras que Dylan, su pareja, avanzaba hacia él por el pasillo. La mirada de Reyes reflejaba la pura felicidad, como si contemplara todo lo que había anhelado en su existencia y por fin lo tuviera, no podía haber amor más puro que ese.

Pero le entiendo. Miro a mi lado, Maddox observa la boda con una sonrisa en los labios. Pero, a la par que él no puede apartar sus ojos del altar, yo no logro apartar los míos de él. Está completamente recuperado, feliz y sin rasguños. El traje de tres piezas le encaja como anillo al dedo y solo puedo pensar en que llegue la noche para arrancarlo de su cuerpo.

Todos están presentes en la boda. Junto a Reyes, se haya su hermano gemelo, con su pareja y sus hijos. Apoyando al híbrido que parece querer echarse a llorar en cualquier momento. Al otro lado, Dereck y Michael esperan por Dylan para brindarle el mismo apoyo. El resto nos encontramos entre los asientos. Robert y Castiel, intentando que el pequeño bebé no salga volando y arme un estrago. Ryan y Tobías, que entre sus brazos sostienen a su hija recién nacida. Había visto la luz poco después de mi secuestro con la ayuda de un vientre de alquiler. Declan y Samson estaban sentados junto a nosotros; había pasado parte de las últimas semanas con ellos; en citas dobles, noches de amigos. ¿Quién me hubiese dicho alguna vez qué pensaría en ambos como mi familia o amigos?

Vuelvo mi rostro a Maddox y me percato de que también me observa.

—¿Te gustaría algo así?

Mis mejillas se sonrojan cuando noto que se refiere a la boda.

—Quizás, algún día.

Porque no importa cuanto lo niegue, es el estilo de compromiso con el que siempre he soñado.

—Entonces, algún día.

Y tomando mi mano, desliza un anillo en mi dedo anular. Me doy cuenta que es bastante rústico, con arañazos y un grabado. Lo reconozco de verlo en algunas fotos y escucharlo en anécdotas. Pertenecía a su hermano, lo llevaba en la guerra. Puede que algunos esperen un anillo de pedida mágico, pero, para mí, no podría ser más perfecto. Sé que significa.

—Te amo. —susurro con pasión.

—Y yo a ti. —responde mientras me besa —. ¿Irás a la cabaña conmigo? —Me lo había pedido varias veces últimamente, volver a su lugar de infancia, volver a su hogar.

—Contigo, a donde sea.

Y dejo que vuelva a besarme. Creo que aquí todos tenemos nuestra propia historia, pero podrían destacar con las mismas líneas. No importa si son prohibidas, rebeldes, salvajes, negadas, antiguas, ocultas o destinadas. Para nosotros, nuestras historias son eternas, porque tenemos con quien compartirlas...

Pasiones Ocultas [#7 Pasiones-BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora