amor secreto || •Tom Kaulitz •

¡Sustos que dan gustos!

2 semanas después de lo sucedido...

8:00 P.M

Aun sigo confundida por lo que paso en la ultima pijamada, sigo buscando respuestas pero no logro encontrar al chico, es como si se hubiese desvanecido para siempre.

Indage por todas partes pero no lo encuentro.

Al parecer nunca lograre encontrar la verdad.

continúe cortando frutas para después comérmelas, me sente en el sillon y me lleve una fruta a la boca mientras que intentaba tocar mi guitarra la cual tiene poco uso.

--¿Que haces? -se acerca Bill- ¿Tocas algo nuevo?

--De hecho hasta ahora no toque nada -rei nerviosa- estoy aprendiendo

--Puedo ayudarte si deseas, mira para empezar tienes que saber lo basico.

--Si eso ya lo se, es que yo no soy tan agil en los dedos -rio y el hace lo mismo-

--Bill, ¿puedo hacerte una pregunta? -le hice un espacio al lado mio y el asintió- ¿Por que casi siempre estas molesto con tom o catalina, no te agradan? Es que antes ustedes dos se llevaban mejor y ahora es como si se hubiesen peleado.

El desvío la mirada por un rato pero lo agarre de su mentón e hice que me mirara.

—Puedes contármelo, tranquilo

—Es que -dudo en contármelo- tengo celos de el.

—¿Celos? ¿Por que?

—Por que el si pudo tener a la chica que quería, en cambio yo, pues tengo que conformarme con las chicas que hay.

Acaricie su pelo y lo abrace.

—¿Que hacen? -escuche la voz de Tom atrás mío- ¿Que estaban haciendo?

—Pues conversábamos, ¿Algún problema?

—Si hay uno, y ese problema está al lado tuyo.

—¿Te da miedo que esté cerca de Victoria? -Bill se levantó del sillón desafiante-

—Por favor, ella jamás me haría eso -se acercó a él, lo único que los dividía era yo-

—¿Jamás te haría eso, ahora es como tu perro? -bufo y se acercó aún más- Escúchate.

—Dioss, ¿Pueden dejar de pelear? -los separo a los dos- Ya me tienen harta, váyanse los dos a su habitación.

—Que se vaya el, yo soy tu novio tengo derecho a estar acá.

—¿Por que mejor no te vas tú? Yo estaba hablando con ella y tu solo llegaste a arruinarlo.

—¿Saben que? mejor me voy yo, y esta noche no duermo contigo Kaulitz -dije mientras me tapaba los oídos y subía las escaleras-

—¿Ves lo que provocas? -escuché mientras subía-

—Tu eres el que se creyó su dueño.

—Es mi novia, ella no es un objeto.

—Y tú no eres su papá.

Fue lo último que escuché antes de cerrar la puerta de mi habitación.

—¿Que paso? -Catalina estaba en el piso-

—Bill y Tom otra vez están volviendo a discutir, ya me tiene harta.

—¿Y el te dijo por que discutían?

—De la misma tontera que discuten siempre.

Me senté en la pequeña cama que estaba al lado de la ventana.