Peleas

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La acomodaron sentada en una silla, al frente de nosotros y empezaron a atarla.

Tenía una pequeña herida en el pecho la cual aún sangraba.

—Es hora de despertar a la bella durmiente, ¿Verdad Lucas?

El rie al verme.

—Claro que si.

Agarran una cubeta llena de agua y se la tiran encima.

Ella se despierta asustada y trata de agarrarse el estómago pero no pudo por que estaba atada de las manos.

Miro a su alrededor y me encontró a mi.

Sus ojos empezaron a cristalizarse, estaba apunto de llorar pero el chico se acercó a ella y la acarició de la mejilla.

Le murmuro algo que no alcance a escuchar pero ella solo asintió con la cabeza.

Bajo Dylan de las escaleras mientras se arreglaba la ropa, sabía lo que pudo pasarle a Victoria estando aca sola y con muchos hombres pero me calmé.

—Es agradable verlos, aun que para ustedes no.

—¿Nos ves felices? -dijo Gustav- lo único en lo que pienso ahora es en degollarte yo mismo.

—Pues amigo, te quedarás con la ganas por que el único que degollara a alguien soy yo.

—Bueno, no saben cuánto espere este momento, ¿Tu empiezas o yo? -le dijo samantha a Lucas, mientras sacaba su cuchillo de su pantalón-

—Creo que empezaré yo -le quito el cuchillo de la mano-

Todos forcejeamos para desatarnos, pero algo repentino pasó.

De repente cuando pensábamos que Lucas clavaría el cuchillo en el pecho de Victoria el cambio de dirección.

Y corto la garganta de Samantha, rápidamente se formo un charco de sangre en el suelo y su cuerpo cayó mmm

—Jamás dejaría que toquen a victoria, sabia que me querías matar por destruir tus ilusiones -le hablo a Samantha en sus últimos minutos de vida- De igual forma ella no era tu hermana de sangre.

—No lo era, pero la amaba, imbecil -sacó un

Fue lo que dijo Dylan antes de lanzarse encima de Lucas.

Los señores que estaban a nuestro atras corrieron hacia ellos y trataron de agarrarlos por los brazos.

Tres de ellos cayeron al suelo con dos grandes cortes en las costillas, las cuales no paraban de sangrar.

—¿Lograste desatarte? -le susurre a Alice-

—Hace cinco minutos -sonríe mostrandome la cuerda-

—No creo que podamos con 4 , estos señores son muy fortachones Anna nos miró aterrorizada-

—Esto es muy fácil, en cuanto saque el arma que tengo escondida en mi espalda, dispararé al aire, ellos no poseen armas lo cual nos da ventaja, por que en cuanto vean una se asustaran, ustedes sacaran las navajas que les di y los amenazaran con ello. Si no les hacen caso golpéenlos en el mentón y asegúrense de que su cabeza rebote en las paredes para que provoque un desmayo y no la muerte, tenemos que llevarlos vivos.

amor secreto || •Tom Kaulitz •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora