XLVI

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-¿Estás lista? -pregunté al separarme de sus labios después de un prolongado beso de "saludo", sin importar que no la había visto desde la noche anterior realmente la extrañaba y mi única forma de demostrárselo era justo dándole todos los besos posibles

-Sí -me dió otro pequeño beso

-Entonces vamos -asintió antes de tomar su bolso y además una bolsa de regaló que era evidente estaba llena -¿Y que tantos regalos te dieron? -¿Estaba celosa de esos detalles? Por supuesto, hoy le había tocado dar "clase" a los grupos de los niños más pequeños y todos estaban encantados con mi novia y no los culpaba, pero me sentía celosa por el hecho de que ella recibía todos esos regalos de esos adorables niños y yo no tenía tantos obsequios, solo era mi "envidia" al ver esa bolsa

-Sí, me han dado demasiados dulces y algunas flores de papel -ibamos bajando las escaleras -Tenemos una gran reserva de dulces para todo el mes -bromeo

-Ire a tu casa más seguido -respondí a ese comentario

-Solo avísame para tener la cena lista -afirme con un sonido -¿A ti te han dado algo?

-Bueno, no he visto a nadie a excepción de tí porque quería que fueras la primera persona que viera en San Valentín y no hay mejor regalo que tú -llegamos a planta bajá

-Habló en serio -me regañó con una risa

-Digo la verdad -llegamos a planta baja y aproveché para pasar mi brazo por sus hombros -No puedo pedir nada más que no seas tú, eres todo lo que quiero -la acerqué a mi

-¿O sea que no hay regalo? -Ahora yo reí por la pregunta

-¿Qué otro regalo quieres si no es tenerme a tu lado el día de hoy? -fingio pensar -no es gracioso -llegamos al auto -Claro que tengo algo para ti, pero está en casa -le abrí la puerta para que entrara, yo rodeé el auto y subí en el piloto

-¿Crees que pronto todos debamos usar las mascaras? -preguntó al ver por la ventana a algunas personas con esas cosas

-No te preocupes, solo es algo pasajero -la intenté tranquilizar, sabía que todo lo que decían en las noticias la ponía muy nerviosa e incluso ansiosa, admito que a mí también pero ambas no podíamos estar en la misma situación emocional -¿Estás lista para tu regalo? -llame su atención para distraerla de lo que sea que pensará sobre aquel virus

-Claro, ¿Pero primero podemos ir a mi departamento a dejar todo esto y cambiarme? -afirme con un sonido y puse el auto en marcha -¿Te había dicho que me gusta mucho como te ves conduciendo?

-¿En serio? -me removí en mi asiento

-Sí, te ves muy sexy -paso su mano suavemente por mi frente acomodando mi cabello -controladora -se acercó a besar mi mejilla

-Sabemos que no te gusta mi lado controlador -conteste con una sonrisa

-Depende en que situaciones -coloco su mano sobre la mía que se encontraba en la palanca -me molesta cuando quieres controlar mis amistades y te enojas porque gente que no te agrada está cerca

-Eso quedó en el paso, ya no me molesta que le hables a gente que no me simpatiza y no les simpatizo, porque aprendí que es inevitable que la gente te adore -no mentía, literalmente su bolsa de dulces lo decía todo

-Pero no es mi culpa e incluso no lo entiendo, no considero ser una persona muy social o incluso amable como para que la gente me catalogue como alguien amistosa -saco una paleta de corazón de su bolsillo

-Es que en verdad lo eres -nos detuvimos en el alto y ella ya estaba comiendo su paleta -En serio eres adorable -me incliné hacia ella para darle un pequeño beso -Muy dulce, me encanta -no mentía puesto que el sabor de la paleta se había impregnado en sus labios

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