Mark Rayment

407 40 10
                                    

"No puedes" "Solo obedece""¿Eso es todo lo que puedes hacer" "No me decepciones" eran las frases que había escuchado desde que era un niño o al menos desde que tengo uso de memoria, todo el tiempo mi padre había estado detrás de mí como si en realidad yo hubiera sido destinado a la grandeza "empresarial" cuando yo siempre tuve en claro que era lo que deseaba y anhelaba alcanzar, recuerdo que incluso desde niño le había intentado demostrar que era un buen bailarín y que también era un buen cantante, sin embargo, siempre recibía la misma respuesta de mi padre "No dejaré que mi hijo sea un marica" y luego volvía a sus intentos para hacerme un gran atleta, cosa en la que era bueno, pero no era algo que amaba o me inspirará a seguir. Toda mi infancia recuerdo haberla vivido así hasta que al cumplir quince años mi madre me dió la oportunidad de ir a estudiar artes escénicas, cosa que a mí padre no le gustó para nada y aún más porque ella lo había hecho a escondidas de él.

-¿Qué pasaba por tu cabeza? ¿Eres estúpida? -le gritaba a mi madre -Yo no quiero que mi hijo sea un marica -noté que alzó su mano como para golpearla, así que de inmediato fui hacia ellos y detuve su mano

-¡No! -me coloque entre ellos

-¿Qué crees que haces? -hizo que lo soltará

-Solo no le pegues -mi madre se encontraba detrás de mí sollozando

-¿Ahora sí te crees un hombre? -No contesté -Contestame cuando te pregunte algo -me soltó una bofetada -¿Ya estás contentó? Ya podrás hacer tus cosas de gay

-No soy gay -literalmente le grite, odiaba que mi padre creyera eso por el simple hecho de querer ser un artista -No lo soy -entonces sentí como mi enojó comenzaba a liberaste como lágrimas

-Ahora vas a llorar -se burló -está bien, si quieres ir a esa escuela, vete pero ya no regreses a esta casa hasta que vuelvas a ser normal

-Está bien, me voy -No sabía de dónde había tomado el coraje para aceptar eso

-Eso significa que tampoco podrás usar dinero de está familia -saque mi billetera de mi pantalón, saqué las trajeras que el me había dado para "emergencias" y las arroje a la mesa

-Toma tu estúpido dinero -pase juntó a él y me dirige a la puerta

-Mark -escuché la voz de mí madre -No te vayas -sonaba literalmente como una súplica, pero no podía permitir que ese hombre me tratara como a ella -Por favor

-Deja que se vaya, ya tomó su decisión -en cuanto escuché nuevamente la voz de ese hombre, tomé el picaporte y abrí la puerta con tal de salir de aquel lugar

No sabía a dónde ir o que hacer así que tomé mi celular y le llamé a mi tía Karen, sabía que probablemente era la única que podía ayudarme y así fue, esa tarde me recibió en su casa y me ayudó a prepararme para ingresar a esa escuela que por fortuna ya había sido pagada, así que con un peso menos encima; inicié a estudiar artes escénicas, podía jurar que sentía que podía lograrlo todo y sin importar que es lo que dijeran, hasta que un día mientras cursaba mi tercer año en la escuela, lo conocí, su nombre era Ashton y honestamente era la mejor persona del planeta, no solo era amable, era dulce, sencillo, cariñoso, apasionado, era solo él y por azares del destino él se había enamorado de mí y yo de él, fue casi cuestión de minutos para que algo en mi cambiará al estar a su lado, sin embargo, dentro de mi estaba el temor de darle la razón a mí padre ante el hecho de ser "marica" como el decía, hasta que un día Ashton solo me dió el valor para aceptar que lo amaba. Todo parecía ser tan perfecto, la vida parecía ser tan calmada, hasta que una noche todo eso desapareció de la nada.

-¿Estás seguro que quieres estar solo? -preguntó mi tía

-Sí -honestamente no tenía ganas ni fuerzas para hablar o tan siquiera respirar

ADORE #Dua Lipa y Tú#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora