Muchas gracias por leer y dar apoyo a esta historia. Espero que os esté gustando. ❤️
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Septiembre. Año 4.
Evitar a Emma no había sido un trabajo excesivamente complicado durante el último par de semanas y estaba segura que era porque la rubia tampoco había querido encontrarse con ella. Pero Henry venía a pasar el fin de semana y Regina se temía que, por mucho que quisiese, iba a ser imposible seguir esquivando a Emma.
No era que no se hubiesen visto, porque se habían cruzado en algunos momentos, pero no habían intercambiado otra palabra más allá de un simple saludo. Era lo mejor para las dos.
Aunque Regina tenía que admitir que apenas si podía pensar en otra cosa que no fuese Emma y la noche de Arendelle. Y por eso mismo no quería enfrentarse a la Salvadora, porque era consciente de que ahora sentía tal cantidad de cosas por ella que le daba miedo no ser capaz de frenar sus deseos. Aquellos que le gritaban día y noche el nombre de Emma.
Su teléfono sonó mientras se dirigía al supermercado a comprar las cosas favoritas de su hijo.
-¡Hola, mamá!- respondió muy alegre el chico al otro lado de la línea.
-Hola, cariño. ¿Cuándo llegas?
-Mañana por la mañana Emma me recoge en Portland, pero me quedo a dormir en tu casa. ¿Crees que podríamos cenar el sábado todos juntos? Se lo puedes decir a la tía Zelena y a la prima Robin, también.
Regina pensó en que lo último que haría sería estar en la misma habitación que Emma y Hook. De ninguna manera.-Henry, preferiría cenar contigo a solas.
-¿Estás enfadada con Emma?
-No, pero me gusta pasar tiempo con mi hijo- respondió ligeramente ofendida.
-Estás enfadada con Emma. Llevaba razón la abuela con que últimamente estáis un poco raritas.
-Snow ha sido una chismosa toda su vida, debería aprender de una vez a no comentar la vida de los demás. Especialmente la mía.- Entró al supermercado maldiciendo a la mujer por haber puesto la mosca detrás de la oreja a Henry.
De pronto una voz aguda precedió a la pequeña Hope corriendo a abrazarse a sus piernas. Se despidió de Henry y se agachó para saludar a la niña.
-Gina, hace muchos días que no te veo- dijo Hope mientras ella la levantaba en brazos.
-Lo sé, mi vida. Es que he estado muy ocupada.
-Yo también, he tenido muchos deberes en el cole- respondió la niña con un gesto muy parecido al de Emma.
-Hola... -La voz de Emma llegó tímida a sus oídos.
Esa simple palabra había hecho que le diese un vuelco el corazón y tuvo miedo de alzar los ojos para encontrarse con la Salvadora.
-Hola- respondió con una sonrisa estúpida pintada en la cara. Se maldijo por no ser capaz de controlar su expresión facial ahora que tenía a la rubia a menos de un metro de distancia. Volvió a mirar a Hope para intentar disimular fingiendo que la sonrisa prácticamente involuntaria se debía a la hija y no a la madre.
-Mañana mi hermano viene a casa- dijo la pequeña muy sonriente.
-¿Tienes muchas ganas de verle?- preguntó Regina sin apartar la mirada de los bonitos ojos azules de Hope. Por un instante la culpabilidad hizo aparición cuando se encontró a ella misma pensando en que cada día la niña se parecía más a su padre.
-¡Sííí! Mami, ¿vamos a por cereales?
Regina dejó a Hope en el suelo, que rápidamente comenzó a tirar de la mano de Emma para dirigirla al pasillo de las galletas.
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Tempestad
Fanfiction((TERMINADA)) Mediante recuerdos Regina comienza a desgranar su amistad con Emma, la cual ha acabado convirtiéndose en algo que amenaza con arrasarlo todo.