—Buenas tardes, s-soy su vecino de enfrente. Me llamo Jeon Jungkook—No tenía idea por qué en cierta forma, ese hombre, su vecino, lo intimidaba. Realmente era un hombre hermoso, aunque había cierta tristeza en su mirada. Al acercarse hizo una reverencia — ¿puedo conocer a su bebé?
Seokjin se sorprendió. Era extraño para él que un jovencito se mostrara interesado en niños. Generalmente los jóvenes eran indiferentes, excepto por algunas chicas que se acercaban a coquetearle y usaban al bebé de excusa. Pero un chico de la edad de su vecino, era realmente extraño.
—Claro...soy Kim Seokjin y él es mi hijo Kim Jihoon —le dedicó una sonrisa, que salió naturalmente al ver el rostro tierno e infantil de su vecino.
Jungkook se agachó y se acercó al coche. Inmediatamente se dio cuenta que el bebé no era coreano y que tenía rasgos vietnamitas. Él había hecho hace un año un trabajo en la universidad sobre la crianza de hijos en ese país y había aprendido bastante de ellos. Imaginó entonces que la señora Kim debía ser de ese país.
—Hola Jihoon, realmente eres muy guapo, las chicas deben estar locas por ti —el bebé enseguida le sonrió. Jungkook no lo quiso tocar porque venía de la calle y no se había lavado sus manos —me encantaría tocar tus manitas, pero las mías están sucias, ¿ves? —Le mostró sus manos—, pero espero que pronto nos volvamos a encontrar y podamos jugar... ¿te guastaría? —Jihoon respondía con balbuceos y Seokjin estaba sorprendido por la reacción de su hijo que en general no se mostraba así frente a desconocidos.
Jungkook se levantó y miró a Seokjin que parecía un poco desconcertado por la actitud del chico.
—Lo felicito, su hijo es muy lindo y tiene una hermosa sonrisa—Seokjin no supo por qué se puso colorado al escuchar esas palabras. No es que se las estuvieran diciendo a él. Pero de verdad ese muchacho lo ponía nervioso.
—Gracias, eres muy amable. Ahora bajaré...vamos a tomar un poco de aire...estar encerrados...bueno gracias...
—Jungkook...ese es mi nombre...aunque todos me dicen Kook...—no podía realmente quitarle los ojos de encima. Finalmente hizo una reverencia y entró a su experimentar, pero él siempre buscaba relaciones estables y duraderas, no ser un "experimento".
Trató de estudiar, pero era imposible concentrarse. Kim Seokjin, Kim Seokjin se repetía una y otra vez. Jungkook trataba de entender que le estaba ocurriendo. Su vecino estaba probablemente casado o estar en una relación y debía ser unos 8 o 10 años mayor que él. No tenía sentido seguir pensando en él y en su simpático hijo. Pero se sentía inmensamente atraído por ambos.
Decidió que también necesitaba un poco de aire y bajó a comprar un café. Suerte que había un local frente a su edificio que vendía uno muy bueno.
Al salir, encontró al amable conserje del edificio, el señor Park, quien estaba cerca de sus 60 años, pero era un hombre bastante ágil y eficiente en su trabajo. Sólo tenía un defecto, el no poder quedarse callado respecto a los chismes del edificio. Por eso Jungkook se cuidaba mucho de sus acciones para no estar en la boca del conserje y menos en la de sus vecinos. Lo saludó, esperando que no lo detuviera, pero no fue así.
—Jungkook-ah —lo llamó— ¿ya conociste a tu nuevo vecino, el señor Kim? —por primera vez agradeció ser detenido por el señor Park. Estaba seguro que obtendría buena información acerca de la familia Kim.
—Bueno, nos hemos encontrado un par de veces, hoy por primera vez vi a su hijo, Jihoon creo que se llama. Pero aún no conozco a la señora Kim.
—Qué extraño. Su madre ha estado muchas veces aquí, antes que se mudara su hijo, debiste verla Kook-ah —Jungkook comprendió que se refería probablemente a la mujer mayor que había visto un par de veces.
—Oh si a ella la vi un par de veces. Yo me refería a la esposa del señor Kim. No la he visto.
Ante ese comentario el señor Park hizo un gesto para que Jungkook se le acercara y murmuró bajito —no existe una señora Kim. Sólo son el señor y el bebé.
Jungkook se sorprendió ante tal revelación. Y muchas ideas locas comenzaron a circular por su cabecita, que si era divorciado, viudo...
—Su madre me contó que viene de Estados Unidos y que allá se casó y divorció. No me dijo nada más, pero no puedo imaginar qué clase de mujer era...mira que dejar así a su pequeñito. Pobre señor Kim, ahora debe ser padre y madre.
Todo era muy confuso para él en ese momento. Entonces su ex esposa vivía en américa, pero era ¿vietnamita? O tal vez habían adoptado al bebé, ¿pero por qué de esa ascendencia? Como al parecer el señor Park no tenía más información que aportar, Jungkook se despidió de él y salió en busca del café que le permitiría estudiar hasta altas horas de la noche.
Cuando venía con el capuchino caliente y antes de entrar en la recepción, se percató que en el pequeño jardincito estaba su vecino sentado en una banca junto a su pequeño que estaba sentado en su cochecito. Mordió su labio, preguntándose si debía acercarse o no, de pronto notó que Seokjin lo estaba mirando. Ambos al cruzar sus miradas se sonrojaron. Claro ninguno se dio cuenta del sonrojo del otro.
—Hola otra vez..., bajé por un café y los vi aquí...—Jungkook se sentía como un estúpido. En realidad no tenía ninguna razón para haberse acercado, pero ya estaba ahí—se nota que a Jihoon le gusta estar aquí...
Seokjin sonrió. Él tampoco entendía por qué el jovencito insistía en acercarse a ellos. Pero esta vez se relajó, buscó algo en el bolso que traía y le extendió a Jungkook una botellita de gel de limpieza.
—No sé por qué tengo la impresión que te mueres de ganar de tocar a Jihoon. Toma, adelante. Yo sostendré tu café.
Jungkook se puso colorado una vez más, mientras se limpiaba las manos. Efectivamente tenía muchos deseos de acariciar el dulce rostro de Jihoon.
Nuevamente se agachó y miró al hermoso niño, quien le sonrió de inmediato. Entonces en un impulso loco, y sin pedir permiso al padre, lo sacó del coche y lo cargó en sus brazos. Y sintió una calidez y paz que nunca antes había sentido.
—Hola Jihoon, realmente es agradable tenerte así..., eres un buen bebé—Seokjin no dijo nada ante el chico impulsivo que se atrevía a tomar a su hijo como si lo conociera de toda la vida.
—Parece que tuvieras mucha experiencia con niños...
—Ayudé a criar a mis tres hermanos pequeños...sé mucho de bebés...además me agradan.
—Creo que tú le agradas a Jihoon. Nunca lo había visto sonreír tanto con un desconocido.
—Pero ya no seré un desconocido, soy su vecino, ¿cierto Jihoon?, debo ir a estudiar, pero la próxima vez que te vea, me quedaré más tiempo para que conversemos —el bebé nuevamente balbuceaba, como contestándole a lo que Kook le decía. Lo dejó otra vez en el coche. Seokjin lo miraba embobado. Era como si se conocieran desde siempre.
—Perdón por tomarlo sin su permiso, me dejé llevar...
—No te preocupes Jungkook, no soy de esos padres egoístas con sus niños. Me agrada la gente espontánea y natural.
Jungkook sonrió como un bobo...era mejor irse. Ese hombre lo alteraba demasiado. Hizo una reverencia, tomó su café y entró.
Seokjin lo quedó mirando...era un chico precioso. Joven y lleno de vida y alegría, todo lo que él sentía que le faltaba.
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Mi Pequeña Familia
FanfictionSeokjin regresa a Corea, luego de divorciarse en Estados Unidos. Con un bebé en sus brazos y sin tener idea de ser padre, pero con la esperanza de construir una vida con su pequeño. Jungkook es un estudiante universitario que ama a los niños y que...