Seokjin bajó del avión con su pequeño colgando en un portabebés. En eso al menos ya tenía bastante práctica. Fue a buscar sus maletas y cuando iba saliendo pudo divisar a sus padres que le hacían señas.
El abrazo fue acogedor y necesario. Los últimos meses se había sentido tan solo y abandonado, que sentir el amor de sus padres, lo emocionaba. Sí, últimamente lloraba mucho. Claro siempre y cuando Jihoon estuviera durmiendo.
—Seokjin, nos alegra tanto que al fin estés aquí. Déjame conocer a mi nieto —su madre ya se lo estaba arrebatando de sus brazos.
—Él es Kim Jihoon. Espero que puedan sentirlo realmente como su nieto...yo me sentiría muy feliz y honrado.
—Por supuesto. Es tu hijo y es precioso. Como dijo tu madre, estamos felices que al fin decidieras volver. En Estados Unidos no quedaba nada para ti.
—Lo sé papá. Todo se hizo difícil, pero ya todo está mejor. James al menos se portó a la altura, y ya firmó toda la documentación que me da pleno derecho sobre mi hijo. Además pagó el divorcio y los trámites de adopción.
Mientras hablaban ya caminaban hacia el que sería su nuevo hogar. Estaba muy bien ubicado y rodeado de muchas plazas, donde el pequeño podría jugar, en la medida que creciera.
—Espero que te guste la decoración. De todas formas tú después puedes cambiar. Seguí todas tus indicaciones, pero aun así, puedes modificarlo.
—Sé que todo estará perfecto mamá. Te lo agradezco, ¿has podido encontrar a alguien que cuide de Jihoon? -su madre se había encargado de amueblar su nuevo hogar y además de buscar una persona que pudiera cuidar al bebé, mientras él iba a trabajar junto a su padre.
—Bueno tengo dos candidatas, pero tú deberás decidir. Aunque para ser honesta, ninguna me convence del todo, pero es difícil en estos tiempos conseguir a alguien que quiera trabajar tiempo completo.
Seokjin suspiró. La mujer que cuidaba a Jihoon en Estados Unidos tampoco había querido acompañarlo a Corea del Sur. Le preocupaba mucho con quien quedaría su pequeño. Temía que lo pudieran maltratar o no prestarle la atención adecuada. Sabía además, que su pequeño llamaría la atención. Era de madre vietnamita y su color de piel era más oscura que la habitual entre los coreanos y eso podía significar discriminación.
Cuando sus padres se fueron, sintió otra vez esa pesada sombra de soledad que lo acompañaba últimamente. Pero al ver el rostro de su bebé que lo miraba desde su sillita, todo cambió. Su sonrisa lo iluminaba todo y Seokjin se propuso vivir para su hijo.
Era ya domingo en la tarde, cuando Jungkook regresó de Busan. Había ido a visitar a su familia, pues se vendría el periodo de exámenes y probablemente no podría viajar tan seguido. Todavía resonaban los llantos de sus pequeños hermanos cuando se despidió de ellos.
Antes de subir, se fijó que había luz en el departamento que quedaba frente al suyo. Entonces sus nuevos vecinos ya habían llegado. En las últimas semanas había notado cómo hacían arreglos y llevaban muebles. Una mujer mayor al parecer supervisaba los trabajos. Cuando vio una cuna, imaginó que era una pareja joven la que se vendría a vivir. Le gustaba la idea de tener un bebé cerca.
Realmente a él le encantaban los niños. Había cuidado de sus hermanos pequeños y sabía perfectamente desempeñarse como un perfecto "padre".
Cuando llegó a su piso, dejó su bolso en el piso para marcar el código de entrada y entonces sintió como la puerta de enfrente se abría. Salió un hombre con una bolsa de basura.
Quedó asombrado al ver a ese hombre tan guapo. Calculó que debería tener unos 30 años, pelo castaño, levemente más alto que el, una boca preciosa y cuando sus ojos se encontraron, pudo notar a través de los lentes ópticos que llevaba, unos preciosos ojos color avellana. Por unos breves segundos Jungkook quedó embobado y sólo volvió en sí, cuando su nuevo vecino lo saludó con un breve "Buenas Noches". Naturalmente él era un muchacho muy educado y demostrando respeto hacia sus mayores, hizo una reverencia saludándolo y sonriendo.
Su vecino, tiró la basura y sin pronunciar ninguna palabra más, volvió a entrar a su departamento. El chico todavía no atinaba a nada y de pronto se dio cuenta que continuaba parado en medio del pasillo. Entonces marcó el código y entró.
Pensaba que realmente su vecino era muy atractivo, a pesar de ser un hombre mayor y lamentaba que los guapos siempre fueran heterosexuales.
Seokjin por su parte ya había entrado y había ido hasta la cocina para prepararse un café. Su madre le había dicho que su vecino era un jovencito, pero no se imaginaba que fuera tan guapo y con una sonrisa tan linda. Naturalmente sacudió todos esos pensamientos de su cabeza. Él ni siquiera tenía derecho a pensar en eso. Había decidido cerrar su corazón, sabiendo que "ser padre soltero" no era un buen antecedente en su curriculum amoroso.
Jungkook sacó su ropa y la guardó. Le gustaba ir a Busan, porque su madre lo cuidaba y le enviaba toda su ropa limpia. No sería día de lavado. Decidió comer un poco de ramen y revisar algunas de las materias que tendría el lunes.
Efectivamente al día siguiente salió muy temprano a la universidad. Cuando iba saliendo, pudo sentir como el bebé lloraba, pensó que probablemente tendría hambre. Sentía curiosidad por conocerlo y también conocer a la esposa de su guapo vecino.
Al llegar a la Universidad, se encontró con sus amigos Yugyeom y Bambam. Entraron a clases y la mañana transcurrió rápidamente.
—¡Kookie!, que bueno que te encuentro, ¿cómo te fue en Busan? —Jungkook estaba comiendo solo pues sus amigos, tenían una hora de deporte a la que él no asistía.
—¡hyung! Me alegra verte también —se levantó para abrazar efusivamente a su amigo Jimin—me fue muy bien como siempre. Realmente me cuesta regresar a Seúl después de estar con ellos.
—Me sucede lo mismo cuando viajo. Pero me reconforta saber que mis amigos están aquí. Te tengo grandes noticias. En unas semanas más tendremos una presentación en aquel Bar de Gangnam, ¿recuerdas?, ese que era muy elegante.
—¡Wow! No lo puedo creer...al fin resultó. Namjoon hyung resultó ser un excelente manager. Tendremos que ensayar un poco más entonces.
—Al menos esta semana no tendremos tantos exámenes. Y Nam, Yoongi y Hoseok tampoco están en su peor época laboral.
Jungkook era el vocalista principal de una pequeña banda que se había formado hace varios años en la universidad. Fundada por Namjoon, Yoongi y Hoseok, rápidamente reclutaron a Jimin y Taehyung. Jungkook era el único que había llegado hace un año, luego de una audición para reemplazar al vocalista principal que se había casado y había partido fuera de Corea. Los mayores ya habían egresado y trabajaban y Jimin y Tae estaban en último año. Sí, Jungkook era el maknae y así era cuidado por todos sus hyung. Además el muchacho se distinguía por su carisma y suave y hermosa voz. Muchas y muchos suspiraban por él, pero a pesar de eso, él no había tenido demasiadas relaciones. Pues le gustaba la estabilidad y no tener simples romances.
Ese día regresó muy contento al departamento. Se dedicaría a estudiar, para mañana poder quedarse a ensayar con su grupo.
Cuando iba llegando, vio a su vecino saliendo con el pequeño en coche. Jungkook no se resistió y se acercó para saludarlo.
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Mi Pequeña Familia
FanficSeokjin regresa a Corea, luego de divorciarse en Estados Unidos. Con un bebé en sus brazos y sin tener idea de ser padre, pero con la esperanza de construir una vida con su pequeño. Jungkook es un estudiante universitario que ama a los niños y que...