Capítulo #18

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Monet Boupher.

-Monet- el grito de Nick es lo primero que me recibe en el momento en que pongo un pié en el Pent Hause.

-Hola mocoso- lo levanto en brazos y beso su mejilla.

-Futura cuñada- sonrío al ver a Viktor y él se acerca para besar también mi mejilla.

-Hola Vik- miro un momento el lugar y me obligo a reprimir la risa que quiere salir de mis labios al ver todo.

Por toda la sala de estar se encuentran esparcidas cajas de jugos de diferentes sabores, botellas de gaseosas y cajas de palomitas vacías. La televisión se encuentra prendida con un videojuego puesto y los controles están en el piso.

-Al parecer no andaban aburridos- me burlo y arqueo una ceja en dirección al hombre de ojos azules que se encoge de hombros.

-Hacía tiempo que no jugaba- responde con simplesa.

-Y se nota, le gané en todas las partidas- Nick alza sus brazos en señal de victoria y lo pongo una vez más en sus pies.

-Ni me lo recuerdes mocoso, solo te expliqué una vez ¿no que no sabías jugar?- el niño copia si acción y se encoge de hombros.

-No sabía, pero me enseñaste y te superé- Viktor gruñe en molestia a lo que el mocoso le saca la lengua y se va corriendo.

-A veces creo que tiene superpoderes- rueda los ojos y río -¿y mi hermano?.

-Viene en un momento, creo que iba a ver que todo esté bien con la seguridad del lugar.

-¿Cómo estuvieron las cosas en Alemania?.

-Bien- sonrío ante los recuerdos de cuando desperté.

Me remuevo en la cama tratando de buscar una mejor posición, pero un peso en mi cintura me lo impide, abro los ojos y me veo obligada a cerrarlos una vez más por la luz que entra por las ventanas.

Lo que sea que está en mi cintura se mueve ligeramente y es cuando caigo en cuanta de lo que pasa.

Me quedé dormida en los brazos de Zeus luego de que curara mis heridas e intentara cambiar sus vendas.

-Oh Dio- me levanto de golpe desperatando al hombre junto a mí en el proceso.

-¿Qué pasa?- se sienta en la cama mirándome con los ojos achinados y el rostro arrugado por la incomodidad de la luz.

-No pasa nada, sigue durmiendo, solo me daré una ducha- asiente no estando del todo despierto y vuelve a acostarse.

Me levanto para ir por mi ropa y me meto al baño sin poner el seguro, no creo que se vaya a despertar en un buen rato. Antes de quitarme lo que me queda de ropa.

Ya que he dormido en sostén.

Me miro al espejo y mis mejillas se encienden en vergüenza al ver la cicatriz de mis costillas, esa que no dejo que nadie vea.

-¿La habrá visto?- me pregunto a mí misma y cambio mi vista a la puerta como si pudiera verlo tranquilamente dormido sobre la cama -espero que no.

No volveré a olvidar ponerme el parche para cubrirla

Finalmente me saco todo y me meto a la ducha, dejando que el agua moje mi cabello y corra por mi cuerpo desnudo hasta caer al piso vestido con lozas grises, cierro mis ojos y respiro profundo cuando recuerdos quieren llegar a mi mente y no se los permito.

No ahora.

Unos veinte minutos después salgo y me seco para colocarme la ropa interior, un conjunto de encaje blanco sencillo. En la cajonera encuentro una secadora y la conecto a un interruptor para poder secar mi cabello.

Eternamente Tuya #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora