Capítulo #8

41 32 34
                                    

Monet Boupher.

Si ahora me preguntaran que pasó anoche, no tendría respuesta alguna, no recuerdo una mierda.

Solo se que Daniela sacó unos cigarrillos bien raros y después de unos tres cada una, no recuerdo más.

Después de darme una ducha decido bajar a desayunar, para mi sorpresa ya todos están ahí, mirando con odio a la rubia que está sentada, en mi lugar. Ella come como si nada pasara mientras que los otros no han probado bocado alguno.

-Disculpa- me paro junto a ella y cruso los brazos sobre mi pecho antes de señalar la silla -pero tienes tu culo en mi asiento.

Escucho la risa baja que sueltan Daniela y Viktor ante la cara de la mujer.

-¿Perdona? no veo tu nombre en alguna parte- se concentra una vez más en su desayuno y ruedo los ojos.

Veo como cambia de plato por uno que tiene un trozo de pastel y una idea ronda en mi cabeza.

¿Quién soy yo para negarle un deseo a mi subconsciente?.

Llevo una de mis manos a su nuca y empujo su cabeza hacia adelante con fuerza enterrando su cara en el pastel.

Las carcajadas de los Antanov no se hacen esperar y me sorprendo al ver a Zeus sonreír sinceramente.

La rubia se pone de pié e intento aguantar la risa al ver su rostro. Cuando se aparta de la mesa aprovecho y me siento en mi lugar.

-¿Aún hay pastel de chocolate? creo que tomaré un poco, al parecer a nuestra invitada le ha gustado- la señalo y los demás vuelven a reír.

-Maldita hija de...- siento que su mano se dirige a mi cabello y en un movimiento que obviamente no se espera me volteo mandando el asiento a un lado y agarro su mano para torcerla en un ángulo que sé que le dolerá.

-No te atrevas a terminar la frase, y mucho menos te atrevas a tocar mi cabello- siseo cerca de su oído.

-Noni, no le rompas el brazo, eso quiero hacerlo yo- dice la rusa detrás de mí.

-No te preocupes Nani, te dejaré el otro.

-Suéltala, no te embarres de mierda- miro con asombro a Zeus que se muestra impasible.

Hago de mala gana lo que me pide y me vuelvo sentar. Veo como todos siguen con la mirada a la rubia que se va maldiciéndome.

-¿Y quién es la niña mimada?- ahora todos mi miran con una ceja arqueada -¿Qué? no se que me fumé anoche pero no recuerdo nada.

-Somos dos, solo que desgraciadamente yo si conozco a la perra esa- dice Dan.

-Es la ex sumisa de Zeus- aclara Viktor.

-Vaya- silvo con asombro -y yo que creí que que él único que hacía esas cosas era Reizo, me voy a tener que buscar un sumiso

-No te lo recomiendo, llega un momento en que creen que se pueden poner tóxicos- rueda los ojos la chica.

-Me imagino, ¿y por qué le tienen tan mala fe a la ex mimada del idiota este?- lo señalo.

-¿Me llamas idiota cuando anoche decías que ibas en un camello llamado Majoma? en fin- finge suspirar con lástima -la hipocresía.

-Oye eso...- abro y cierro la boca varias veces buscando una manera se refutar eso, pero como no recuerdo nada, no puedo -te odio.

-Te aseguro que el sentimiento es mutuo- responde.

-No te preocupes Noni, mi camello según este se llamaba Charlie- intenta tranquilizarme la que me drogó ayer -y respondiendo a tu pregunta, la Makyzorra intentó robarnos hace dos años, ni siquiera sé por qué no la matamos, pero ahora regresó diciendo que tiene un hijo que es de Zeus.

Eternamente Tuya #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora