Capítulo #5

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Monet Boupher.

-¿Qué mierda?- me levanto bruscamente de mi asiento -¿cómo aceptas una cosa así?- le pregunto gritando al que dice ser mi padre.

-Monet cálmate- me dice mi madre pero en el momento en que intenta tocarme aparto mi brazo con brusquedad.

-¿Cómo esperan que me calme si apenas cumplí dieciocho y ya quieren casarme con alguien que conocí ayer?.

No puedo explicar lo que estoy sintiendo ahora mismo, solo sé que siento la sangre circular a gran velocidad por mi cuerpo ante la noticia que me han dado mis padres a cerca de la decisión que han tomado.

Decisión que debieron consultarme antes.

-Hija eso no pasará ahora...- no lo dejo terminar porque comienzo a reírme fuertemente.

-Ahora o en mil años, ¿cuál es la diferencia?- van a responder pero los corto -es más no respondan, me largo.

Sin esperar a que me detengan salgo del despacho cerrando la puerta de un portazo.

Antes muerta que casada con ese imbécil, no importa si es ahora o en cien siglos.

En el pasillo me encuentro con Reizo y en un intento de calmar mi molestia lo agarro del brazo y lo arrastro hasta la sala de entrenamiento.

Venía a hacer ejercicios a pesar de mi resaca descomunal cuando mis padres, o los que dicen serlo me dijeron que debían decirme algo "importante", así que no necesito cambiarme de ropa y mi hermano tampoco.

-Creí que me ibas a perdonar por hoy- dice en burla.

-Cállate y ataca cabrón- aún con la sonrisa en su rostro se viene contra mí tratando de propinarme un golpe en el rostro pero lo esquivo inclinando mi espalda hacia atrás en lo que me voy hacia un lado dándole con mi puño en el abdomen.

Se queda un momento sin aire y aprovecho para levantar la rodilla y clavarla en sus costillas, lo que lo manda un par de pasos lejos de mí.

Se recompone rápidamente y da un giro tratando de darme una patada en el mismo lugar y no logro esquivar ese golpe que me hace perder el equilibrio y caer al suelo.

Con mis piernas barro las suyas y antes de que haga algo me coloco a horcajadas sobre él y comienzo a repartir golpes en su rostro. Con mi mano bloqueo su puño que iba directo a mi rostro y tuerzo ligeramente su muñeca.

En un descuido de mi parte logra cambiarnos de posición pero soy rápida y lo golpeo en las costillas nuevamente y en lo que lo quito de encima de mí no logro evitar el golpe que me hace sentir el sabor de mi propia sangre en mi paladar.

-Merda- maldigo en italiano y con un impulso logro ponerme de pié y él hace lo mismo.

-¿Ya te cansaste?- pregunta con la respiración entrecortada.

-Claro que no idiota- logro lanzar una patada directo a su abdomen y en un movimiento rápido agarro su cabeza para golpear su rostro contra mi rodilla y veo como la sangre sale de su nariz.

-Mierda- maldice él en español -me las pagarás Diablilla.

Antes de que lo prevea me propina otro golpe que hace que me recorra por toda la mandíbula un profundo dolor y cuando voy a devolvérselo agarra mi brazo para pasarme sobre su cuerpo y lanzarme fuertemente sobre el colchón.

Intenta ponerse sobre mí pero me arrastro por debajo de sus piernas y como puedo le doy una patada en la espalda baja que por poco hace que se caiga pero logra mantener el equilibrio.

Eternamente Tuya #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora