Eternamente Tuya #1

Capítulo #1

Monet Boupher

-Maldito infeliz- maldigo a uno de mis hermanos por lo que acaba de hacer -devuelve mi teléfono Reizo.

-Madre, descubrí a mi hermana viendo porno-  ay no puede ser.

-Maldito idiota eso no es porno- grito con más fuerza.

Mi hermano mayor me había descubierto viendo una película en su momento más candente así que ni siquiera se detuvo a ver de que se trataba cuando me arrebató el aparato de las manos y se dió a la fuga.

-¿Qué es lo que pasa Reizo?- pregunta con su habitual calma mi madre ante la llegada de mi hermano a la sala, donde se encontraba.

-Monet estaba viendo porno- le responde él y mi madre me observa con el seño fruncido cuando entro al lugar.

-¡Qué no es porno imbécil!- lo golpeo en la nuca -es una película, una maldita película.

-Eso me dolió idiota, ven aquí- Reizo se abalanza sobre mí y me agarra del cabello.

-Ah no, eso si que no- como puedo retiro su mano de mi pelo para torcer su muñeca haciendo que se retuerza del dolor y antes de que pueda hacer algo en mi contra levanto mi rodilla para golpearlo en sus partes y cae al piso.

-Maldita chiquilla- lleva sus manos a sus bolas para calmar el dolor.

-Para que aprendas a no tocar mi cabello...

-¿Ya terminaron?- pregunta mi madre sin inmutarse ante nuestra riña -Reizo devuélvele el teléfono a Monet- él como puede se pone de pié.

-Pero mamá, este maldito demonio en cualquier momento me deja estéril- me señala.

-Pues le haría un favor al mundo- la cara de mi hermano se transforma totalmente a una de fingida melancolía por la traición de mi madre mientras que yo sonrío victoriosa.

-Mamá, soy el que más probabilidad tiene de darte nietos primero, tu primogénito, ¿y así me pagas?- sigue con su fingida ofensa y dolor.

-Sabes que nunca vas a ganar contra mí- le saco la lengua en un gesto muy maduro de mi parte.

Nótese el sarcasmo.

-Mamá ¿no le dirás nada?- se queja nuevamente Reizo.

-¿Por qué discuten ahora?- aparece en el lugar mi padre.

Francesco Boupher, el Rey de la mafia Italiana, el hombre del cual heredé mi cabello rubio y mis ojos azules.

-Papá, Monet estaba viendo porno- le dice mi hermano y una vez más lo golpeo en las bolas -maldita enana- vuelve a caer al suelo.

-Ya te dije que no era porno, era una película, y no soy enana, mido uno con sesenta y cinco- le digo.

-Enana...

-Reizo deja de provocar a Monet que en cualquier momento te deja estéril, aunque no sería mala idea, así nunca habrán minicopias de tu estupidez- aparece Frank mi segundo hermano mayor.

-¿Tú también Frank? todos se ponen en mi contra por apoyar a esta berrinchuda- se voltea quedando sentado en el piso.

-Esta berrinchuda es insoportable pero es más sobrellevable que tú- alega Frank.

-Oye yo no soy berrinchuda- digo y todos me observan con obviedad, incluyendo a mis padres -bien, bien puede que un poco.

-Monet, eres más berrinchuda que tu padre-  añade mi madre.

-Sheila, mamá- esclamamos al unísono y mis hermanos se ríen ante nuestras expresiones.

-¿Reunión familiar y no nos avisan?- llegan Flavio, el gemelos de Frank y Matteo.