Capítulo #16

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Zeus Antanov.

Tras tomar un baño y cambiarnos de ropa decidimos (o más bien decidió la bruja y me obligó), salir a dar una vuelta. Me ha hecho caminar tanto que lo siento como kilómetros. Dejamos el auto tirado en un centro comercial y de ahí a la loca le dió por seguir a pié.

-¿Dónde andarán ahora las copias idiotas?- pregunta y aunque lo haga en voz alta se que es para ella misma.

Veo como saca su móvil a marca algún número para luego llevarlo a su oído. Me distraigo viendo al interior de una de las tiendas y algo llama mi atención. Dispuesto a entrar agarro la mano de la italiana que pareciera una niña pequeña sin notar cuando te detienes, estoy seguro de que si la dejo seguiría su camino y se perdería.

Aunque la idea admito que es muy tentadora.

-¿Pero qué pasa?- pregunta aturdida cuando la arrastro al lugar.

Sin responderle me acerco a los estantes, justo donde hay algunas pulseras. Ella se aleja un poco para hablar con sus hermano que al parecer ya le han contestado y una de las chicas encargadas se acerca a mí.

-¿Puedo ayudarle en algo señor?- pregunta en inglés, al parecer a notado que no soy de por acá.

-Me gustaría llevar una de estas- le respondo en el mismo idioma aunque hable perfectamente el alemán, tampoco quiero que crea que la dejo en ridículo.

-Estas son solo muestras, podemos hacerla personalizada con los dijes que quiera- asiento en comprensión y la sigo a donde están los dijes en exhibición.

-Quiero estos- le señalo los que llaman mi atención y se desaparece hacia alguna parte del lugar.

Me paseo mirando el resto de las joyas y veo uno juego de anillos de compromiso, son negros con piedras rojas que podría jurar que son rubíes. Volteo a ver a la rubia que discute por teléfono y me fijo en su mano izquierda, esta se encuentra vacía.

-Señor, ya están haciendo el pedido- aparece la misma chica.

-También llevaré estos- señalo los anillos.

-Es una muy buena elección- mira a Monet por encima de mi hombro -a su novia le encantarán.

No es mi novia, me casaré con ella porque me obligan.

Omito decirle eso y voy con la chica que sigue con su disputa.

-No es que sea metiche copia de mierda, solo quiero saber que pasa con mis hermanos y ellos no son capaces de hablarme de sus problemas- respira profundo para calmarse -¿es sobre ellos cierto?- se mantiene en silencio y asiente como si la vieran -confío en ustedes, solo les pido que tengan cuidado ¿vale?... por cierto Helder quería hablar con ustedes- asiente una vez más y corta la llamada -¿ya podemos irnos?.

-Estoy esperando mi pedido- le señalo a la chica que empaqueta todo.

-Ok- responde con simplesa.

-Señor- camino hasta el mostrador y le extiendo mi tarjeta para pagar -aquí tiene, vuelva pronto- me guiña un ojo con coquetería y le devuelvo el gesto, sonrío al ver como se sonroja en sobremanera.

-Ahora si vámonos- le informo a la loca que me acompaña.

-Quiero comprar un regalo para Nick.

Y ya salió a relucir el mocoso.

-He visto unas correas muy lindas por allá- señalo un sitio al azar -le quedarían perfectas.

-Idiota- bufa y rueda los ojos.

-Por cierto, ¿nunca te lo habían dicho?.

-¿Qué cosa?.

-Que en zapatillas deportivas luces muchísimo más enana de lo normal- veo como la furia llega a sus ojos y no logro esquivar el golpe que va dirigido a mis costillas con toda la intención de hacerme daño -¡maldita sea!.

Eternamente Tuya #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora