Por amor...

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Con cada momento que pasaba, la batalla se volvía más feroz y despiadada. Los ángeles luchaban valientemente, pero parecía que estaban en clara desventaja contra el poderoso ejército de demonios armados con armas celestiales.

Adam y Lute luchaban hombro a hombro, enfrentándose a las hordas infernales con coraje y determinación. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, era evidente que estaban perdiendo terreno rápidamente.

Los demonios avanzaban implacables, con ferocidad abrumadora mientras arrasaban todo a su paso. Los ángeles se encontraban rodeados por todos lados, luchando contra un enemigo que parecía invencible.

Adam miró a su alrededor, evaluando la situación con preocupación. A su lado, vio a Lute luchando valientemente, pero sabía que no podrían resistir por mucho más tiempo.

"¡Necesitamos un plan!", gritó Adam sobre el estruendo de la batalla, buscando desesperadamente una salida.

Lute asintió, su mirada firme a pesar del caos que los rodeaba. "¡Vamos a encontrar una manera de salir de esta!", respondió, su voz llena de confianza.

Ante la gravedad de la situación, Lute sugirió una estrategia desesperada: separarse para enfrentar a sus respectivos enemigos. Miró a Adam con determinación, su mirada reflejando la confianza en su plan.

"Adam, necesitamos separarnos", dijo Lute con voz firme, su rostro serio pero decidido. "Yo me encargaré de Vaggie, tú puedes enfrentarte al demonio de la radio. Juntos tenemos más posibilidades de sobrevivir".

Adam asintió, reconociendo la lógica en las palabras de Lute. Aunque le preocupaba dejarla enfrentándose sola a Vaggie, sabía que no tenían muchas opciones.

"Está bien", respondió Adam con determinación, apretando la mano de Lute con fuerza. "Ten cuidado ahí fuera, Lute. Te encontraré después".

Lute avanzó con determinación hacia Vaggie, su corazón latiendo con fuerza mientras se preparaba para la batalla. Los dos se enfrentaron con una ferocidad desenfrenada, intercambiando golpes y bloqueos en una danza mortal.

"¿Es así como saludas a una vieja amiga?", gritó Vaggie, su voz llena de rabia mientras lanzaba un puñetazo hacia Lute.

Lute esquivó el golpe con agilidad, lanzando una serie de patadas rápidas que Vaggie apenas logró bloquear a tiempo.

"Las cosas han cambiado, Vaggie", respondió Lute con determinación, su voz firme a pesar del caos que los rodeaba.

La batalla se intensificó, con los dos ángeles intercambiando golpes cada vez más poderosos. El suelo temblaba bajo sus pies mientras destruían todo a su paso, el hotel Hazbin sufriendo daños colaterales en su lucha.

"¿Crees que puedes detenerme?", gritó Vaggie, su voz llena de desdén mientras atacaba con energia a Lute.

Lute rodó hábilmente para esquivar el ataque. "No se trata de detenerte, Vaggie", respondió con firmeza. "Se trata de proteger lo que es justo y correcto".

La batalla continuó, con los dos luchadores agotando sus reservas de energía en un esfuerzo por derrotar al otro. Cada golpe resonaba en el aire.

Finalmente, después de una intensa lucha, Lute logró desarmar a Vaggie y la inmovilizó en el suelo, la miro con odio e intento darle un golpe que acabara con su via.

Sin embargo, con un rugido de furia, Vaggie se levantó y embistió a Lute con toda su fuerza, lanzándola hacia atrás y dejándola atrapada bajo los escombros.

Entre la oscuridad y el polvo, Lute luchó por liberarse, su respiración entrecortada mientras se esforzaba por mover los escombros que la aprisionaban. Con un esfuerzo desesperado, logró apartar los escombros lo suficiente como para ver a Vaggie.

"El pecado de amar" (LuteXAdam)/GuardrockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora