"El pecado de amar" (LuteXAdam)/Guardrock

¿Es posible la redención?

El humo del cigarrillo se elevaba lentamente en el aire mientras Adam hojeaba el folleto que había encontrado descuidadamente arrojado en el suelo. Las letras impresas en la página anunciaban el Hazbin Hotel, un lugar que prometía redención para los demonios perdidos. Adam contemplaba las palabras con una mezcla de escepticismo y esperanza, preguntándose si aquel hotel podía ser la clave para su regreso al cielo.

Eva apareció detrás de él con una sonrisa siniestra, observando cómo Adam ocultaba rápidamente el folleto entre sus pertenencias. Sin embargo, antes de que pudiera decir una palabra, Eva habló con voz suave pero llena de malicia."Interesante elección, Adam", susurró, con una mirada penetrante que parecía leer sus pensamientos. "Pero ¿crees realmente que puedes escapar de mí y de nuestro trato?"

Adam se enderezó, enfrentando a Eva con determinación. "Haz lo que quieras conmigo, pero deja fuera a Lute. Ella no tiene nada que ver con esto", exigió con firmeza.

Eva dejó escapar una risa despectiva. "Lo siento, Adam, pero eso no estaba en el acuerdo", respondió con frialdad. "Ambos sabemos las reglas del juego, y no hay excepciones".

 "No te detendré, Adam. Puedes hacer lo que quieras."

Adam sonrió irónicamente ante las palabras de Eva. "Vaya, ¿ahora te preocupas por mi bienestar, Eva? Qué sorpresa. Pero sabes qué, esta vez haré las cosas a mi manera. No necesito tu aprobación para intentarlo."

Eva frunció el ceño ante la respuesta de Adam. "Haz lo que quieras, Adam. Pero recuerda, las consecuencias serán graves si fracasas.", luego agrego,  "Y no olvides, Adam, que vi lo que hizo tu amiga con esa mujer demonio ayer".

Adam guardó silencio por un momento, sus ojos se encontraron con los de Eva, mostrando una mezcla de incredulidad y desafío.

Adam se quedó helado ante las palabras de Eva. "¿Acabó con su vida?" repitió, con incredulidad en su voz.

Eva asintió con una sonrisa siniestra. "Así es. Lute no duda en eliminar a cualquier competencia que se interponga en su camino".  Lute es una chica muy celosa, y no duda en eliminar a cualquier competencia que se interponga en su camino. Ya sea Vaggie o esa pobre mujer, no es la primera vez que lo hace.

Adam tragó saliva, tratando de asimilar la situación. "Eso es lo que amo de Lute", murmuró, con una mezcla de admiración y consternación en su voz. "Su determinación, su fuerza... su implacable odio hacia los pecadores".

Eva arqueó una ceja, observando la reacción de Adam con interés. "Interesante", dijo con un deje de diversión. "Parece que estás dispuesto a pasar por alto ciertas... imperfecciones en el nombre del amor". 

Eva se enderezó con un gesto de determinación, sus ojos centelleaban con intensidad. "Recuerda, Adam, cada acción tiene consecuencias", advirtió antes de desaparecer en las sombras del inframundo, dejando tras de sí una sensación de inquietante presagio. Adam observó su partida con una mezcla de preocupación y determinación, consciente de que las amenazas de Eva no eran para tomarse a la ligera.

Adam, con manos temblorosas, cubrió los ojos dispersos de Eva con mantas, como si quisiera ocultar la mirada penetrante que parecía seguirlo a todas partes. Aunque sabía que esta estrategia podía no funcionar, al menos le brindaba un respiro momentáneo. Con el corazón latiendo con fuerza en su pecho, volvió a sumergirse en la lectura del folleto del Hotel Hazbin, buscando desesperadamente una vía de escape hacia la redención.

Adam se armó de valor y se acercó a la puerta del Hotel Hazbin. Un silencio tenso se apoderó del ambiente cuando sus nudillos golpearon la puerta. Al otro lado, las miradas sorprendidas de los presentes se clavaron en él, como si no pudieran creer lo que veían. Adam, con determinación en sus ojos, esperaba ansioso una respuesta, sin saber qué le depararía esta nueva etapa de su existencia.