Emociones en Baño María [Fanfiction EXO- ChanSoo/KaiSoo]

9. Agua de sapo

Agua de sapo

Ingredientes:

4 litros de agua

1 tapa de dulce

250 gramos de jengibre

1 taza de jugo de limón

Preparación:

     La siguiente semana tuve una sesión terapéutica con mi marido que fue francamente brutal. Nunca me había sentido tan movilizado al acabar, pero el trabajo apremiaba, así que volví, di órdenes a diestra y siniestra para acabar todo lo más pronto posible y al ser las diez de la noche mandé a la totalidad del personal a sus casas, les aseguré que yo me quedaría limpiando solo. Y así pretendía hacerlo, pero después de unos minutos, Jongin, como siempre, saliendo de la nada...

     —¿Qué haces todavía en mi cocina? —pregunté con tono odioso mientras fregaba unas ollas— Hace treinta minutos te mandé a descansar.

     —Despedí a todos y acomodé la parte de afuera, chef.

     —Bueno, ahora vete.

     —Preferiría quedarme a ayudar, chef. Es mucho trabajo para que lo haga solo.

     —No planeo ir al gimnasio esta semana, así que quemaré un poco de calorías aquí, sous chef, no te preocupes.

     —Tampoco quiero volver a mi departamento. Al menos a usted lo espera un marido en casa, yo estoy solo. Déjeme ayudar —dijo. Y no se discutió más. Una hora más tarde habíamos limpiado todo y preparé un agua de sapo para refrescarnos.

     ¡No seas tonto! ¡No es agua de un sapo real! Simplemente es un nombre divertido. Solo cállate y pon a hervir 1 litro de agua con la tapa de dulce partida en pedazos, con el jengibre cortado en pedazos y majado. Deja eso cocinar hasta que esté el dulce disuelto, luego enfría, agrega limón y el resto del agua. Sírvelo con cubitos de hielo. Yo seguía sin desear irme, así que decidí picar un poco de chile dulce, ajo y cebolla que necesitaríamos adelantado mañana. Me puse manos a la obra y mi sous chef se sentó frente a mí.

     —Si tanto quiere evitar llegar a casa hoy, podríamos haber ido a nuestro bar en vez de quedarnos trabajando como esclavos —rio. Yo le di una mirada significativa antes de sonreír y tomar una cebolla nueva.

     —Ha sido un día difícil, eso es todo.

     —¿Difícil por qué? Hoy fluyó todo muy bien aquí.

     —Aunque te cueste creerlo, sous chef, mi vida es mucho más que este sitio.

     —Sorprendente —silbó solo para fastidiarme.

     —Llevo terapia —confesé después de un rato en silencio.

     —¿Es así? —se interesó— ¿Habla de nosotros, chef?