Almejas a la Marinera
Ingredientes
600 g de almejas
Media cebolla
1 diente de ajo
Media guindilla
20 g de harina de trigo
10 g de pimentón dulce
15 ml de tomate frito casero
100 ml de vino de Jerez
Laurel
Perejil fresco
Aceite de oliva virgen extra
Preparación
Deja las almejas en remojo durante al menos dos horas, en una cacerola con agua abundante y una cuchara de sal gruesa para que las almejas suelten la arena que puedan tener. Cambia el agua cada media hora. Luego abre las almejas, ponlas al vapor sobre una cazuela con un vaso de agua, una cucharadita de sal gruesa y una hoja de laurel. Según se vayan abriendo, retira las almejas y resérvalas. Si no tienes un utensilio para cocer al vapor, puedes usar una cacerola que tenga tapa y un colador grande para contener las almejas.
Esta es una de mis recetas más aclamadas, aunque nunca la hacía en casa. ¿Sabías que algunas personas piensan que este tipo de alimentos tienen un efecto afrodisíaco?
En una sartén ve haciendo el sofrito, pochando a fuego lento en aceite de oliva virgen extra la media cebolla, la guindilla y el diente de ajo muy bien picados, hasta que prácticamente se deshagan. Añade el pimentón, la harina y remueve rápido haciendo una pasta.
La noche en que escribí esta receta en mi libro de cocina, me uní a mi esposo en la cama. No debería haberse sentido tan extraño buscarlo, provocar que respondiera a mis dedos acariciando su espalda, pero lo fue. Aun así, seguí adelante y dejé una seguidilla de besos en su oreja, como proponiendo una tregua.
—Te creo —aseguré—. Si dices que no has estado con alguien más, te creo. Yo tampoco haría algo así. Te amo.
Entonces él estaba besándome la boca, y resbalando sus manos por mis nalgas de una forma cómoda y familiar. Un rato más tarde nuestras ropas acompañaban a las sábanas que tiramos en el piso. Yo había bebido un trago de jerez y nuestros besos sabían un poco al licor.
Por cierto, no he acabado con la receta, ¿por dónde iba? ¡Ah, sí! Una vez que tenga el pimentón y la harina, incorpora el vino de Jerez y remueve hasta que evapore su alcohol. Añade el tomate frito y el agua de haber abierto las almejas que has colado previamente. Rectifica la sal.
Cuando Chanyeol y yo estábamos más jóvenes a él le encantaba que yo estuviera arriba, dominando el ritmo de la penetración. Esa noche me senté sobre su cadera y cabalgué dando lo mejor de mí. Me esforcé tanto que el sudor salía abundante desde cada poro de mi cuerpo. Me incliné hacia el frente, agotado, buscando apoyo en mis propias manos y un chorrito salino cayó desde mi rostro a la comisura de su boca. Él ladeó su cara para evitar tragarlo todo sin dejar de mover su cadera. ¡Debió estar tan salado!
Deja que tu preparado se reduzca durante cinco minutos y mete en la sartén las almejas que tenías abiertas y reservadas. Deja otros tres o cuatro minutos hasta que la salsa alcance el punto de espesor que te guste y apaga el fuego.
Nuestro fuego se apagó rápidamente después de eso. Yo llené de leche su pecho y él mi trasero. No pude evitar caerle encima enrojecido y jadeante, pero muy orgulloso de mí mismo. ¡Esta vez sí que duré! ¡Esta vez incluso estuve arriba!
Chanyeol me empujó con una sola de sus manos y se levantó directo a la ducha. Cuando salió me pidió hacer lo mismo y después de ducharme, cuando volví a la habitación, le agradecí por haber cambiado las sábanas. No nos abrazamos porque hacía calor y no quería volver a sudarlo todo.
Por último, pasa las almejas a la marinera a una cazuela de barro, donde las servirás tras espolvorearlas con perejil picado. Nunca pude hacer esta receta en casa. A mi marido le daban mucho asco las almejas.
Poco después de aquel encuentro tuve una ceremonia de celebración porque recibí el galardón de The best chef award. Decoramos de lujo el S.M., preparamos los mejores platillos para agasajar a nuestros comensales e invitamos a críticos y familia. Mi esposo y sus padres estaban en la misma mesa junto a mi papá y mamá. Algunos de nuestros amigos se hicieron presentes también. En una de las mesas del fondo noté que Sehun se había hecho acompañar por Luhan, y no tuve cara para acercarme a saludarlos después de la escena que monté en la oficina de Chanyeol.
Asistieron también algunos medios de comunicación. Di un pequeño discurso, agradecí a mi equipo de trabajo, a las personas que disfrutaban de mi comida, a mis padres que siempre apoyaron mi sueño y, sobre todo, a mi esposo, el primero en probar cada una de mis creaciones.
—Vas tan serio —comentó Chanyeol cuando manejaba de regreso a casa—. Sé que hemos estado un poco distanciados últimamente, Soo, pero hoy fue un gran día para ti, debes disfrutarlo. ¿No te sientes feliz? Ser galardonado por The best chef award es maravilloso para tu carrera.
—Sí, claro, estoy muy feliz —aseguré—, es solo que...
—¿Qué cosa? —Tuvo que insistir en mi respuesta porque no estaba seguro de querer decirle aquello, pero finalmente lo hice.
—Es una tontería, pero... ¿viste la nota que subió el periódico nacional a sus redes sociales?... «El chef D.O. es tan redondo como su nombre. No es de extrañar que alguien que coma tanto sepa mucho de comida. Podemos confiar en él» —leí. —Algunos amigos también me llamaron gordo... ¿Crees que...? Bueno, honestamente... ¿me veo muy mal?
—No dejes que te molesten. —Me miró de reojo mientras manejaba. —Es cierto que has subido de peso, pero está bien si tú estás bien.
Miré la foto que subieron a redes sociales y noté que los botones de mi camisa lucían obviamente forzados, como si fueran a salir volando en cualquier momento. Tendría que conseguir algo de tiempo para ir a comprar ropa si no deseaba seguir haciendo tan obvio mi cambio de peso. Luego observé a mi esposo manejar con una sola mano. Era un hombre seguro, sensual... y no parecía necesitar una talla distinta desde que nos conocimos. Lo que más había cambiado en él era su expresión al mirarme. Ahora más que amor, parecía contener... amabilidad.
¿Hay alguna comida que no puedan consumir? Yo definitivamente ODIO la guanábana. Tampoco me gusta la papaya, la sandía ni el melón. ¿Pero Almejas a la marinera? No inventes, Chanyeol, cómo te vas a sentir así con tu esposo :c
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Emociones en Baño María [Fanfiction EXO- ChanSoo/KaiSoo]
Hayran KurguEs probable que alguna gente te diga que cocinar un huevo duro con la yema suave es fácil, pero escúchenme bien: mienten. Los ignorantes dirán que solo basta meterlos en agua hirviendo. Y también dirán que tener un matrimonio duradero es fácil, que...