Capítulo 25
Años atrás...
Camilie.
El olor de la cena me hace apartar la mirada de la pantalla, la espalda me arde por llevar tanto tiempo en la misma posición. Los huesos chasquean cuando me muevo para ir por una botella de agua.
—¿Gusta comer en el comedor o va a esperar al joven Christopher? — agradezco la voz suave de la mujer mayor en lugar de la chillona de Marie ya que la cabeza me late
—Esperare a mi hermano.
La computadora portátil sobre la encimera emite la alarma que me hace bufar, pero no tengo oportunidad de acercarme porque una chica de servicio entra apurada.
—Señorita, hay una mujer que dice necesita hablar con el joven Christopher... con urgencia. — mi ceño se frunce
—Ire yo.
Salgo de la cocina con ambas mujeres a mi espalda, nerviosas.
La cabellera azabache se muestra totalmente desareglada, las hebras le caen por el rostro pero eso no evita que repare dos veces los zafiros que tiene como ojos.
Rachel James se muestra frente a mi completamente ebria.
—He de reconocer que eres valiente para venir a mi casa.
La pelinegra parece sorprendida de verme, quiere hacercarce pero la figura que surge la deja quieta en su lugar, las pisadas advierten la llegada del canino que se le va encima en un gruñido, dicho sonido se transforma en un ladrido cuando comienza a mover el rabo en busca de mimos.
Batalla para quitarse al can y silbo llamando la atención del perro que de inmediato se aparta. Zeus se acerca a mi y me inclino acariciándole la cabeza, el canino se mantiene a mi lado.
—¡Christopher!
—Y todavía gritona. ¿Es normal eso en usted, teniente? — me le burlo tornando su mirada molesta.
—Quiero hablar con Christopher. — sonrió
《Esta tan ebria que nisiquiera se dio cuenta de la mencion de su rango》
—Tu y muchas preciosa, pero para tu mala suerte se está bañando. – me recargo en el marco.
Retrocede, se le llenan los ojos de lagrimas.
—El y tu...
Me enderezo con lo que da a entender, mi ceño se frunce, abro la boca pero la cierro tan pronto un pensamiento me ilumina los ojos.
—¿Es guapo a que si? Los tatuajes le dan el toque. — bromeo — Me siento orgullosa de llevar el mismo apellido.
Palidece y me trago la carcajada.
—Escucha, es tarde y estoy ocupada. — sus ojos buscan con desespero en mis manos — Si gustas dejarle un recado. — no responde y esque ya encontró lo que buscaba.
La argolla de oro me decora el dedo haciendo juego con el brazalete con las iniciales de Christopher.
—Eres su...
—La noche familiar es importante para nosotros.
—¡Camilie!
Mi sonrisa se ensancha tan pronto la voz de Christopher se escucha acercarse. Su sombra me cubre y noto como a la teniente le brillan los ojos causando un malestar en mi pecho.
Zeus ladra y se levanta acercándose a el.
—Hola, mi amor. — giro dando con los ojos grises que me miran con confusión, tiene el pelo húmedo.
—¿Que haces aquí, Rachel?— su atención va a la pálida mujer
No responde, nos repara una y otra vez.
—¿Sucedió algo? — su voz baja, toma mi brazo frunciendo el ceño, niego pasando mi brazo por su cintura.
—Me estaba presentando, pero creo que no le agradó. — alzó los hombros, sin importancia — Camilie Morgan, un placer. — sonrió tendiendo mi mano a la ojiazul
Apenas logró moverme hacia tras evitando la ola de vomito que llena el suelo, los zapatos de Christopher y el pelaje de Zeus.
—¡Mierda!
—¿Que sucedió?— la voz de Marie me quita la diversión
—Bien Romeo, toma a tu Julieta y quitala de mi vista. — me hace mala cara — ¡Que esperas, hazlo ya! Huele horrible.
La cuelga sobre su hombro y hago una mueca viendo al perro que me restriega contra la alfombra buscando con desesperación quitarce el líquido amarillento.
—Que asco.
De saber que pasaría esto si molestaba a la chiquilla la hubiera corrido.
—Ire a llevarle toallas a tu hermano.
No respondo y esque trato de evitar carcajear ante el lío.
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Beasts 「 Antoni Mascherano 」
Fanfiction『 Antoni Mascherano - Fanfic 』 Camilie Morgan, hermana menor del conocido coronel Christopher Morgan. Para el coronel Morgan, Camilie es su mayor debilidad, aquella chiquilla testaruda había ganado su corazón. Desde el primer momento que sus mirad...