Capitulo 18

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Capítulo 18

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Capítulo 18

—Los clubes sirven a un público selecto —miro a Parker—no solo trabajan con religiosos. También lo hacen con narcos, famosos, gente de las ramas públicas, la realeza y mafiosos de talla mundial.

Saca el material.

—Estuvimos investigando y hallamos un club en el noroccidente de la ciudad —muestra imágenes—Todos tienen el mismo nombre "Oculus" Montamos guardia y nos encontramos con esto.

Despliega fotos en la mesa, son del obispo Pablo. Reconozco la figura, mi hermano me a hablado de él.  La cara no se le ve, la trae cubierta con una máscara.

—Nadie se deja ver la cara. Es una regla del Club.

Es obvio que no les conviene, tienen sus asquerosas reputaciones que mantener, tallo los costados de mi cabeza, Chris me da cada tanto miradas se reojo.

—Philippe es un conector a los Petrova si nos lleva a ellos acabaremos con los dos negocios. — mi hermano asiente de acuerdo conmigo

—Eso mismo pensé. Podemos trabajar en ambas partes. En el club y en el centro religioso. Entre más los acosemos más posibilidades tenemos de llegar al centro de todo esto.

Trabajar con los clubes también es una oportunidad para matar al menor de los Masherano,  comparto una mirada con Christopher

—¿Hay fotos de Philippe?— pregunto

—Ese es el otro problema —Explica Parker— Nadie sabe cómo es, se sabe que es líder porque no los dijo una fuente confiable. No está en Rusia, no ha hecho reuniones y los pocos que los ha visto dicen que siempre usa una máscara.

—Ya valimos mierda —se queja Liz— Está peor de loco que su hermano. — Ruedo los ojos.

—Necesito personal nuevo—ordena Chris— Gente que se infiltre en el club.

—¿Cuántos necesitamos?

—Treinta o cuarenta.

—Olvídalo —interviene Alex— No vas a meter tanta gente en el caso. Te acepto máximo dos personas más.

<<¿Por qué carajos no puede mantener la boca cerrada?>>

—¿Dos? ¿Para qué se infiltren en los clubs que hay en todo el mundo?

—Solo nos concentraremos en el de Londres —explica— Es el que más se involucra con los obispos.

—El personal sigue siendo escaso. Todos estamos en el centro religioso...

—¡Apáñatelas como puedas! —grita, me enderezo metiéndome entre ambos — ¡No voy a autorizar que involucres más gente! — lo empujo cuando da un paso

—Baja el maldito tono, Alex. — siseo. Me mira, sus ojos brillan en ira pero tan rápido como llega se va.

Gruñe recomponiendose, el dolor de cabeza vuelve y me oculto unos segundos tras el cuerpo de mi hermano.

Beasts 「 Antoni Mascherano 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora