Capitulo 01

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Capítulo 01[Australia]

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Capítulo 01
[Australia]

CAMILIE

Relamo mis labios cuando el agarre en mi cadera se fortalece. Su aliento acaricia mis muslos y tomó las hebras doradas entre mis dedos.

Sube a mi rostro y toma mis labios dando mordidas en la piel rosada. Sus manos recoren mi espalda y piernas.

Enredo mis piernas con las suyas cuando nos gira dejándome sobre su regazo. Su mano va a mi cuello y jadeo sintiendo el tacto de su erecccion contra la tela de las bragas

Da lengüetazos a mi cuello y me veo perdida en la nube de placer que me envuelve. La tela de mi ropa interior se convierte en hilos inservibles bajo sus manos.

—Quiero algo. — murmuro y siento su tisa contra la piel de mi clavícula

— ¿Que quieres?¿Qué maldita cosa quieres ahora? — tira de mi cabello y me  muevo buscando fricción cuando la voz se le torna ronca al hablarme bajo.

— Hay un traidor.

Mi cuerpo cae en la cama y se cierne sobre mi, sus ojos no se despegan de los míos.

Abre mis piernas y me permito disfrutar de la exquisita sensación de las embestidas que lanza con fuerza y dureza.

El delicioso cosquilleo aparece en mi abdomen bajo y lo hacerco a mi al mismo tiempo que giro quedando sobre el. Los ojos le brillan y puedo ver mi reflejo en ellos.

El cabello revuelto, los labios inchados y las marcas en su cuerpo me impulsan a moverme. Mis pechos se mueven y los toma manguendolos antes de llevarlos a si boca.

Mi cuerpo tiembla y acelero el vaivén que hace que se aferre a mi cadera. Gruñe y deja ir el derrame que se acumula en el condon.

— ¿Cuantos de mis hombres necesitas?

Sonrió.

(...)


—No.

Suspira y deja las carpetas en el escritorio, sus ojos verdes me miran mientras sonríe.

—Cam, es una orden del ministro — ruedo los ojos, ante el vil intento de persuasión del coronel

—Tobias...— me levanto para acercarme a el — Si me voy... tal vez no vuelva — me siento en su regazo y el aparta la mirada

La idea de estar bajo las órdenes de Alex no es de mi agrado. Suficiente tengo con los problemas en esta central como para cargar con los de Londres

— No me gusta la idea Camilie, pero no hay nada que yo pueda hacer.

—Creí que me amabas —  el pelinegro toma rápidamente mi rostro mirándome con dolor

—Y lo hago, como no tienes idea

— Has algo entonces. Eres un coronel.

Suspira.

— Sabes bien que el ministro Moragn tiene más poder. — acaricia mis brazos — Iré a verte cada que pueda.

<< Necesito más tiempo. >>

— No es suficiente. — niego, una mueca de dolor se dibuja a la perfección en mi rostro — Has estado tan ocupado, no nos vemos y ahora esto... Siento que estoy con otra persona. No eres mi coronel.

Le brillan los ojos y niega con rapidez.

— Te amo, pero esto... no puedo.

— No, amor...

Me separo dejando caer sus manos.

— Me iré. Iré a Londres coronel.

— Camilie.

Tomo la mochila del asiento de cuero, voy a la puerta y me giro.

— Dale mis felicitaciones a Erica, un bebe es un nuevo comienzo.

Palidece.

Salgo llendo directamente al deportivo negro, entro a este pasando las manos por el rostro. El teléfono me vibra y saco el móvil.


Mis ojos se mueven por la pantalla repasando una y otra vez el título de la primicia que narra emocionada la mujer del noticiero.

" Antoni Masherano, el líder de la famosa y peligrosa mafia Italiana a sido capturado "

" Ha caído el creador del HACCOC "

Mi mirada va a la carpeta a mi lado, ir a Londres es dar a conocer mi regreso, mi imagen.

Me pondrá en la mira.

Enciendo el auto, la piel se me eriza cuando el motor ruge y salgo del estacionamiento.

La luz de los farros ilumina las calles oscuras, logro ver como una camioneta arranca tras mío.

La casa de Tobias se muestra a mis ojos y me hago a un lado dejando que el auto negro pase a mi lado, se detiene y baja la ventanilla.

— El boss le desea un buen viajé.

Estira el brazo y tomó la mochila que alza hacia mi.

Aceleran llendo a donde el coronel, no estacionan, si no que derrapan y sonrió al ver al grupo de rusos que se extienden por el lugar.

— El boss puede ser todo un caballero.







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