Dieciséis; Volver a mi infierno

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Culiacán, Sinaloa | Tiempo actual Un día después

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Culiacán, Sinaloa | Tiempo actual
Un día después.

Arianna Fernández.

— ¿Qué chingados quieres Vicente? ¿Ya me vas a traer a mi vieja?.

Suspire pesadamente al escucharlo.

— Quiero que me dejes despedirme de ella.

— No ni verga. Quiero que me la traigas ya.

— Solo vamos a ir a comer, Iván — Dije rodando los ojos.

— Acuérdate lo que acordamos, Arianna. De ti depende que ellos sigan vivos y que las cosas entre los Zambada mejoren.

Vicente me miró y negué.

— ¿Vas a venir o prefieres que mande por ti? Sirve que aprovecho la vuelta y te mando a tus cuñaditos en pedacitos — Dijo riendo.

— ¡Con mis hermanos, no pendejo! — Dijo gritando.

Iván comenzó a reír. Vicente apretó su mandíbula y yo solo pude formular un "tranquilo".

— Ya sabes lo que pido a cambio. Quiero a Arianna antes del medio día — Dijo y colgó.

— Nunca va a dejarnos en paz, Vicente. Es mejor que vuelva con él.

— No, Arianna, no. Estoy tratando de arreglar las cosas con un integrante de la DEA. Estoy tratando de vender a Iván para que nos deje en paz.

— ¿Estás loco? ¡Néstor, Alfredo o hasta Ovidio nos van a matar a todos!. Estas traicionando a tu propia organización. ¿Te estás dando cuenta de todo?.

— Tranquila, lo tengo todo bajo control. Ni Néstor ni Iván, ni nadie nos hará algo.

— Por favor, Vicente. No quiero meterlos más en problemas. La única forma de calmar todo esto ya la sabemos y no nos queda de otra.

— Arianna — Reprochó — Por favor, sólo te pido que dejes las cosas como están. No quiero verlos envueltos en problemas que yo misma ocasione.

Vicente maldijo por lo bajo y acaricie su mejilla.

...

— ¡Bienvenida a tu hogar, mi reina! — Dijo Iván en cuanto ingrese a la que en algún momento fue mi casa — La casa de la que nunca debiste salir.

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