Mía por siempre

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Contemplarla sin que ella lo note es de mis cosas favoritas sobre la tierra.


Tiene la mirada fija en la pantalla del ordenador, apenas y parpadea, apenas y respira. Pasa un buen rato hasta que voltea a verme.


Sabía que yo la miraba, siempre lo sabe por más sigilosa que pretenda ser.


—Lo hiciste otra vez —me dice mientras que extiende los brazos hacia mí.


Camino despacio hasta ella, me siento entre sus piernas y sus brazos se
enredan en mi cintura.


—¿Hacer qué? —pregunto con fingida inocencia mientras enredo mis dedos en su cabello.


—Matarme.


Veo las últimas líneas en el documento, las conozco de sobra.


—Yo no te maté.


—Pues a mí me lo parece... puedo leer entre líneas tu deseo reprimido por
deshacerte de mí.


Busco sus labios y la beso, primero despacio, palpando su boca como si
estuviera entrando a ella por primera vez. Cada beso que le doy se siente como uno nuevo, no importa el tiempo que haya pasado ella continua dominándome, es dueña de mis sentidos, de mi razón... mis manos acarician su cabello, su rostro. Como si quisieran comprobar que es real.


—Por supuesto que quiero deshacerme de ti.


Su boca busca mi cuello lo llena de besos mientras comienza un lento y
tortuoso descenso, instintivamente voy desabotonando mi blusa para dejar que vaya más allá. Fue su mano la que apartó el último obstáculo al liberarme del sujetador y finalmente su boca llegó hasta mis pechos. Los besó, aspiró profundo sobre ellos. Sus manos los acariciaron despacio y por turnos los llevó a su boca. Gemí cuando lamió uno de mis pezones y tiró con suavidad de él...


Perdimos el control entre tantos besos y caricias haciendo eco en el pequeño estudio.


Éramos un desastre.


Al terminar ella buscó mis brazos para refugiarse.


Un día me confesó que temía despertar y no encontrarme, descubrir que nada había sido real. Mis temores eran los mismos, pero no se lo dije entonces.


Lo hago hasta ahora.


La primera vez que escribí nuestra historia no me di cuenta del daño que nos hice al dejarla inconclusa. Para liberarnos tuve que encender de nuevo mi laptop, escribir sobre las palabras ya dichas, a veces el pasado me envolvía y terminaba escribiendo de más, perdí la cuenta de las veces que tuve que borrar datos para protegerla. Siempre se ha tratado de eso. De protegerla. Mis padres a cargo de la investigación se han propuesto en alejarla cada vez más,
pronto ella será un expediente empolvado en la interminable montaña de casos sin resolver. Después de todo no es más que una víctima de sus propios errores. Cuando se descubrió que la verdadera cabecilla de todo era su ex mi
padre tomó la decisión más difícil de su vida. La que implicaba mi felicidad por encima de su deber. Nunca lo dirá, pero yo sé que todas las noches se cuestiona si hizo correcto.


Ella está recargada en mi pecho y siento como su respiración recupera la normalidad.


—¿Cómo nos salvo? —pregunto cerrando los ojos.


Ella suspira.


—Ya estamos salvadas. No hay nada más que añadir.


La abracé con más fuerza.


Tenía razón.


Éramos libres, yo era suya y la mejor parte es que ella era mía,, Irene ya no existe y Joohyun hace parte de mí, es mía.


POR SIEMPRE


-.-.-.-


Ahora sí


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FIN!
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SI FUERAS MIA | JireneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora