Capítulo 17: antecesor

35 6 20
                                    

Joohyun cierra los ojos y niega con la cabeza.

-No digas tonterías.

- ¿Tonterías?

-Un día indudablemente te vas a enamorar y será de alguien que lo merezca. No de mí -me dice con ternura.

- ¿Quién te dijo que el amor es un premio? -le suelto- El amor es un regalo, y cada quien puede dárselo a quien le plazca. Tú tienes el mío y a partir de ahora puedes hacer lo que quieras con él.

Me mira de una forma extraña, como si quisiera abrazarme pero hubiese un muro impidiéndolo.

-Sabes como soy, sabes cuantas mujeres han pasado por mi cama...

-El amor no tiene por qué ser correspondido -le suelto.

Mágicamente mis palabras derrumban ese extraño muro que la alejaba de mí y me abraza con ternura, me envuelve en sus brazos, en su calor, en su perfume, en el mundo que hay dentro de ella.

-Jis...

-Joohyun...

Y nos besamos. Fue algo diferente, completamente nuevo. No había pasión, ni miedo, ni desesperación. Fue como si nuestras bocas estuvieran dialogando sin hacer uso de las palabras, fue un beso en el que nos dijimos tantas cosas, donde se reveló todo el pasado, y se ofrendó todo el futuro.

Fue un beso que prometía durar para siempre y al mismo tiempo que advertía ser el último.

(...)

Llegué a casa. Estaba desierta y se respiraba demasiada calma. Eso no
auguraba nada bueno. Entré a mi habitación donde había un pequeño y peludo intruso que lanzó un maullido infernal al verme y salió veloz de la recamara.

No le hice mucho caso y me tumbe en la cama quedándome dormida casi al instante, tuve un sueño muy raro donde alargadas sombras se cernían sobre mí mientras yo trataba de escapar. Una canción de Pignoise me saco de la pesadilla. Al despertar supe que había dormido por mucho tiempo y que la música provenía de mi teléfono celular.

Miré el número, resultó ser Roseanne.

Dudé si contestarle o no. No tenía ganas de escucharla ofender a Joohyun, si era capaz de decir una sola cosa en su contra podía dar por terminada una amistad de toda la vida. Aunque por otro lado estaba aliada con mis padres y contestarle tal vez me diera una pista de lo que ellos pensaban hacer en contra de mi profesora.

- ¿Qué pasa? -respondo desganada y cierro los ojos.

- ¿Jis? ¿Dónde estás? ¿Estás bien? ¿Qué pasó? - parece asustada.

-Roseanne tranquila, por Dios...

- ¿Cómo te sientes?

-Joder, Estoy bien. No seas absurda, el hecho de que falte un día a la escuela no quiere decir que...

- ¿Estuviste con Irene?

-Que te importa.

-Sólo necesito saber que estás bien...

-Ya te dije que lo estoy, ahora si me disculpas quiero descansar...

-Espera Jis.

Duda un momento.

- ¿Qué es lo que quieres?

-Necesito que me acompañes a un sitio.

Ahora soy yo la que dudo.

- ¿Qué?

-Por favor Kim necesito que vayas conmigo, es importante para mí.

Miro el reloj, es escandalosamente tarde.

SI FUERAS MIA | JireneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora