Capítulo 1 | parte dos

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- Había dicho que era para la próxima semana.

- Señor Kim si le sigue robando tiempo a mi clase, el ensayo será para mañana y sobre el escritorio del director.

De nuevo miro a Jimin, este simplemente niega con la cabeza.

- Quiero el ensayo en una semana, a menos que tenga algo que alegar.

El chico de nuevo hace un gesto negativo sin decir nada.

La profesora Irene se mueve entre los escritos y va formulándole la misma pregunta a un par de alumnos más sin obtener respuestas.

Roseanne me golpea la rodilla con pánico al ver como la profesora camina despacio hasta nosotras.

- Señorita Park ¿Algo que decir?- pregunta antes de estar lo suficiente cerca.

Yo dirijo los ojos al pizarrón, dónde se encuentra la palabra "Gilgamesh", me llevo la mano a la boca como si me estuviera rascando el labio y escribo rápidamente sobre un cuaderno "Mitología sumeria".

- Es una obra perteneciente a la mitología sumeria- responde mi amiga con vos temblorosa.

La profesora llega hasta nosotras y disimuladamente yo pongo mis manos sobre el cuaderno para que no pueda ver lo que hay escrito.

Me aventuro a mirarla. Grave error. Nos ha pillado, no se como, no se por que lo sé, pero ella se ha dado cuenta, su forma de mirarme es bastante elocuente.

- ¿Algo más que recuerde?- pregunta en un tono irónico que me pone de nervios.

Mi amiga niega con la cabeza.

- Yo sé que recuerda algo más- insiste ella.

- Es todo lo que sé- respondió Roseanne.

- Gilgamesh es un personaje de la mitología sumeria- comienza a explicar poniéndose al frente de su clase- En esta obra, el primer poema épico que se conserva, se cuentan sus aventuras junto a su amigo Enkidu y su búsqueda de la inmortalidad tras la muerte de este. Es la obra literaria más antigua de la especie humana encontrada en este momento...

Cuando empezó a impartir el primer tema de clase deje de prestarle atención a sus palabras y me dediqué a estudiarla a ella. Mi nueva profesora tiene algo peculiar, indudablemente era una mujer hermosa, pero tenía algo más, y fue casi al final de la clase cuando lo descubrí que era aquello que tanto me intrigaba. ¡Sus ojos! Por las gafas no lo había notado pero cuando nuestras miradas se encontraron por unos cuantos segundos descubrí que sus ojos eran grandes y negros, y brillaban de tal forma que parecía tener el cielo y el infierno juntos en una mirada. Era tal la oscuridad que al contemplarlos uno tenía la impresión de que caería por el borde del mundo.

SI FUERAS MIA | JireneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora