Capítulo 36

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╰┈➤ ❝ [El Chico Del Lago] ❞

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╰┈➤ ❝ [El Chico Del Lago] ❞

-¡¡Necesito más!!

Si tuviera que resumir los últimos tres días en una sola palabra sería sexo.

Mucho sexo.

-¡¡Deja de gritar de esa manera!! -Las manos que Mattheo mantiene en mi cintura tratando de seguir el ritmo vuelan de forma rápida hasta mi boca para taparla -Podría haber alguien.

-No hemos visto a una sola persona desde hace días -Me detengo en seco solo para observar su rostro, tiene los ojitos brillosos cerrados por un borde totalmente negro -Debes relajarte.

-Si pero hoy regresan todos -Susurra con la voz ronca antes de darme una nalgada, suelto un gemido como consecuencia que lo hace reír -Además, no puedo relajarme mientras me montas de esta manera.

-Muy gracioso, Riddle.

-¿Volvemos a los apellidos? -Su mano viaja hasta mi nuca para tomar todo mi cabello como si fuese una coleta y tirar de él hacia atrás exhibiendo mis pechos -¿Estás segura de que quieres hacer eso mientras follamos?

De pronto mi cadera no es lo único que busca un buen ángulo para satisfacernos, sino que sus músculos se unen en un mismo objetivo; voltearme.

Es por eso que decido librarme de su agarre para sostenerlo del cuello, es un apretón leve pero suficiente como para mantenerlo inmovilizado mientras que empiezo a hacer las embestidas más rápidas y duras.

-¿Cómo me dirías? -Murmuro sobre su oído al mismo tiempo en que varios gruñidos se le escapan, sus manos se cierran en mi cadera para que me detenga pero lo único que hago es aumentar el ritmo -¿Snape o Black?

-Ambos te quedan chicos -Puedo sentir como se asoma una sonrisa en su rostro, es por eso y gracias al desconcierto que me deja su respuesta que me detengo de manera brusca para poder mirarlo -Prefiero llamarte Riddle, muñeca.

Aprovecha mi minuto de distracción para tomarme en brazos y dejarme debajo de él, accidentalmente en el proceso su miembro se sale para poder acomodarnos de la mejor manera posible generando en mí una sensación de vacío.

-Mételo.

-¿Cómo dices, preciosa? -Ver la satisfacción recorrer su rostro solo me calienta más de lo que ya estoy.

Sin embargo, no me permito perder el control.

Es por eso que abro mis piernas dejando una vista exclusiva solo para él, la sonrisa que recorría su rostro se aplaca en cuando me observa de forma completa. Tengo los pezones erectos reclamando su boca mientras que mi clítoris requiere de sus dedos.

-Fóllame antes de que busque a otro que lo haga.

Palabras que debí pensar en vez de decir, porque si su semblante estaba serio antes me quedo corta.

En Busca De Tus LatidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora