Capítulo 9

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╰┈➤ ❝ [Castigo] ❞

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Y es que el rumor que rondaba sobre mi intercambio de palabras con Riddle no había alcanzado para saciar la sed de sangre del alumnado, lo único que pude escuchar en las siguientes tres horas fueron cinco versiones distintas sobre mi pelea con Cho.

Las cinco versiones contaban un inicio y un desarrollo totalmente distintos pero el desenlace parecía mantenerse fiel a lo que realmente había sucedido.

Todo el día por cada rincón que pasaba las personas me aplaudían y silbaban sin siquiera conocerme.

¿Acaso todos la odian?

La única razón por la cual la tengo registrada es porque estuve en el lugar equivocado, en el momento equivocado.

El año pasado paseaba por los pasillos de noche cuando encontré a Harry besando a Cho en el baño de Myrtle.

Tan solo eso, un simple beso que no fue a más allá porque me fui antes de que las cosas subieran de nivel.

Motivo suficiente para tenerla entre las cejas no porque ella me interesará, sino porque sabía que la información podría llegar a servir en algún momento. Como ahora.

-¿Quieres que te acompañe hasta el castigo? -Me pregunta Hermione cuando salimos de la última clase del día, ya está oscureciendo y la merienda pronto terminará.

-Estaré bien, ve a comer y luego hablamos.

-Suerte.

Ambas tomamos caminos diferentes y en parte lo agradezco, necesito repasar en mi cabeza los motivos por los cuales decidí iniciar la pelea.

No pretendo que mi papá reduzca el castigo por eso pero mínimo quiero que entienda que su hija no está loca de la cabeza.

Paseo por los alrededores en camino a tan dichosa aula, las pocas personas que caminan me miran con una pequeña sonrisa en el rostro.

Antes, todos me detestaban por el simple hecho de ser de Slytherin y por tener como padre a un profesor, ahora parece que la situación cambió por completo.

Si tan solo hubiera sabido que para ganarme su aceptación debía golpear a alguien no hubiese esperado tanto tiempo para hacerlo.

Llego al salón justo a tiempo para ver a Mattheo entrar sin mirar atrás, lo único bueno que puedo sacar de todo esto es que no estaré sola y que nadie puede hacerme mejor compañía que él.

Nos sentamos en dos sillas contiguas esperando a que mi padre hiciera su mágica aparición, mientras tanto somos nosotros sumidos bajo un pulcro silencio.

-Ahora todos me aman -Menciono al mismo tiempo en que me giro para mirarlo a los ojos -¿No es increíble?

-Es solo la euforia del momento, no te ilusiones -Su rostro está completamente serio, cosa que me extraña.

En Busca De Tus LatidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora