Capítulo 35

445 29 1
                                    

╰┈➤ ❝ [Amigos o Desconocidos] ❞

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

╰┈➤ ❝ [Amigos o Desconocidos] ❞

Arriba, abajo.

Su respiración se estabiliza.

Me mantengo así, acostada sobre su torso desnudo mientras que él juega a dibujar formas en mi espalda.

Si no lo conociera diría que hace cualquier cosa pero no es el caso, une los pocos lunares que tengo tratando de formar una pequeña constelación.

Supongo que la obsesión por las estrellas nocturnas viene de familia.

Es demasiado engorroso decir algo como eso después de habernos acostado, quiero pero no puedo evitarlo.

-¿Cuál es tu secreto? -Murmura despegando sus labios de mi cabeza, intento girarme para verlo a los ojos pero no puedo gracias a la fuerza que sus brazos ejercen para que no me aleje de él.

-¿Qué secreto?

-Para ser tan bonita.

-Supongo que mi madre lo fue -Sonrío tratando de imaginarla aunque se me hace imposible.

-Deja de torturarte.

-¿Desde cuando eres legeremante? -Ahora sí, utilizo todas mis fuerzas para poder centrarme en sus ojos, una pequeña sonrisa triste está plasmada en su rostro.

De todo el tiempo que llevamos siendo amigos jamás mencionó algo parecido.

Lo he visto en algunas ocasiones conjurar sin la necesidad de emitir ningún tipo de sonido pero esto es diferente, estamos hablando de leer la mente de las personas.

-Hay cosas que no sabes sobre mí.

-¿Qué quieres decir? -Termino de incorporarme para quedar sentada a su lado, con cada segundo que pasa más confusión me genera -Soy tu mejor amiga, sé todo sobre tí.

-Sabes lo que yo quiero que sepas.

Lo que más me indigna de todo esto no es el hecho de que estemos completamente desnudos hablando sobre nuestro conocimiento, sino que verlo hablar tan serio me eriza la piel y no de una buena manera.

-Lo siento, Señor Misterioso -Utilizo mi mejor tono de sarcasmo sin quererlo, me indigna tanto su frialdad que estoy dispuesta a levantarme y salir de su habitación hasta que sus brazos se estiran y vuelven a atraerme.

-Era una broma, pecas.

-Ya no te creo nada -Digo al tiempo en que me sienta su regazo evitando que nuestras intimidades se rocen.

-Dime, ¿Qué tengo que hacer para recuperar tu confianza?

-Decirme desde hace cuanto practicas legemerancia.

Lo veo dudar, pasea sus ojos por toda la habitación evitando posarlos en mí. Es como si estuviera analizando sus palabras antes de decirlas.

-Mi tía Andrómeda me enseñó de pequeño.

En Busca De Tus LatidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora