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Felix sonrió por un segundo, antes de bajar las gradas con dirección a cierto pelinegro.

La práctica había terminado hace aproximadamente una hora pero Seo siempre se quedaba más tiempo para entrenar algunos tiros al arco.

—Sabía que te encontraría aquí—el mayor se asustó pero su expresión cambió cuando vio de quien era la voz.— ¿Preocupado por el siguiente partido?

—Si, el entrenador está el doble de exigente pero es soportable—abrió la botella y de un solo sorbo se tomó el agua restante—. Además, Hyunjin no me lo está dejando fácil.

—¿Qué dijo esta vez?

—No sabe disimular sus malas miradas, pero poco me importa porque no pienso pisar el palito. No perderé la paciencia con alguien como él.

Lee no dijo nada al respecto, sabía que las últimas semanas fueron complicadas gracias a Hwang quien siempre encontraba la oportunidad para acercarse o lanzar un comentario fuera de lugar frente al pelinegro.

Seo, al ya tener sus cosas listas, se acercó a su pareja—. ¿En qué tanto piensas?

—Me tiene un poco harto esta situación ¿cuándo va a dejarme en paz? No sé, siento que se me hará imposible rehacer mi vida si sigue detrás de nosotros—se abrazó a sí mismo y suspiró—. No quiero que esto se salga de las manos.

—¿Qué tratas de decir?—Felix ya no sentía fuerza—. ¿Tienes algo que decirme, Lix? Acaso tu...

—No. No es nada de eso solo tengo miedo que toda esta situación nos arruine, que te aburras y te vayas porque mi situación con Hyunjin se está haciendo intolerable.

No supo en qué momento había empezado a balbucear incoherencia y a frustrarse por ser débil pero, como siempre, ahí estaba ChangBin para ayudarlo.— Felix, respira. No digas nada solo mírame ¿si? Todo estará bien.

—Quiero s-ser bueno para ti. No mereces enfrentar batallas que no son tuyas.

—Quiero hacerlo.—Lee negó y cuando iba a hablar Seo lo cortó—, sé que no será fácil pero quiero hacerlo. No te dejaré solo, buscaremos ayuda ¿si? No volverás a estar solo.

Felix olvidó todo y sus brazos rodearon el torso del mayor, escondió su cara en el cuello contrario y en segundos empezó a respirar con normalidad. Habían avanzado tanto en su relación que no dejarían que pequeños lapsos de inseguridades los separaran.

—¿Qué se te antoja? Vi que abrieron una nueva cafetería por aquí cerca, venden los pasteles que tanto te gustan—movió sus cejas juguetonamente logrando que el pecoso se riera por sus absurdas caras.

Desechó toda inseguridad para después tomar su mano y caminar hasta la salida.

—¿Preocupado, Hwang?—el rubio rodó los ojos ante la intromisión del mayor, el pelinegro miró en la misma dirección y no dudó en reírse en su cara—. ¿Tanto te frustra saber que Felix ya te olvidó?

—No te metas, Ian, sales sobrando—, ambos estaban cara a cara—. Mejor lárgate.

—Mira que sorpresa, tu también sales sobrando.—respondió simple mientras soltaba el humo retenido. Tiró el cigarro sin mucha preocupación, palmeó su hombro y empezó a caminar. Por cierto, será mejor que te rindas. Cuida lo que haces, Hyunjin, ya no somos adolescentes.

—Se cuidarme, no soy ningún niño que requiere de tus cuidados.

Ian negó—. Entonces demuestra que no eres un niño ¿no fuiste tu quien arruinó la reputación de su amigo por un simple capricho?

—Ese traidor nunca fue mi amigo y Jeongin no fue solo un capricho, lo sabes—. Hyunjin empezaba a enojarse.

—¿Ahora me vas a decir que lo amabas? Lo usaste al igual que Felix. Tú solo te quieres a ti mismo porque si de verdad los amaras nunca los hubieras tratado de esa forma.

Rain Kisses || MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora